El vencejo común es una de las especies más predominantes en el Centro de Recepción de Animales Silvestres de Villaralbo (CRAS Zamora). Son popularmente llamadas como “las ballenas del aire” porque se pasan el 95% de su vida volando, comen y duermen en el aire. En la actualidad, también tienen varias crías de vencejo común. Suelen estar en torno a tres semanas, y pueden llegar a comer 80 gusanos al día.

Otra de las especies habituales es el butardo gusanero. Normalmente se encuentran en las señales de tráfico, esperando tener una presa fácil en la carretera. Sin embargo, algunas veces los butardos se convierten en carne de cañón para los parachoques de los coches, y acaban siendo atropellados.

Las causas de la llegada de los animales al Centro de Recepción son diversas, pero tal y como señalan desde el CRAS, “aquí lo que se intenta es ayudar a todas las especies, que además son protegidas, es como una especie de hospital”.

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Aves atendidas en el Centro de Recepción de Villaralbo. José Luis Fernández

La delegada territorial de la Junta, Clara San Damián, junto con el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, Manuel Moreno, y del jefe de Espacios Naturales, Jesús Palacios, han visitado el CRAS de Villaralbo.

Durante la visita, San Damián ha puesto en valor el trabajo de todos los responsables del centro, “son personas especializadas en la cura y la cría de animales silvestres”, e invitó a los ciudadanos a tener en cuenta dicho centro, agradeciendo el compromiso y colaboración de todos los que se implican.

La ola de calor provoca un aumento de aves heridas al caer de los nidos

La delegada recordó que el CRAS de Villaralbo es “uno de los centros más emblemáticos que lleva trabajando en la recepción de especies desde los años ochenta”. Hay que destacar que este “hospital” ha sido refugio de animales tan importantes como la loba “Jara”, muy conocida durante la pandemia por haber dado a luz a tres “lobitos” y que, posteriormente, fueron trasladados al Centro del Lobo en Puebla de Sanabria.

El objetivo principal de estos centros es la conservación y la liberación del mayor número de animales al medio ambiente”, señaló la responsable del Centro de Recuperación.

La ola de calor provoca un aumento de aves heridas al caer de los nidos

No obstante, puede suceder que muchas de las especies sean irrecuperables, es decir, que no pueden cazar y se conviertan en presas. En ese caso, los animales son cedidos a parques zoológicos con fines de educación ambiental.

También puede darse el caso de que los animales lleguen en estado de “no retorno”. Cuando eso sucede “desgraciadamente no se puede hacer nada más que evitarle un mayor sufrimiento y hay que eutanasiar”, reconocían con tristeza desde el centro.

Durante los ocho meses de este año se han recogido 270 ejemplares, mientras que la totalidad de animales recibidos en 2021 fue de 249 animales vivos

Sin embargo, informaban desde el CRAS que hay que poner especial delicadeza en la cura de los animales, puesto que al ser especies silvestres se estresan mucho y pueden llegar a sufrir infartos.

Durante el mes de julio, la causa principal del aumento de aves en el CRAS ha sido la ola de calor, sobre todo del vencejo común y del cernícalo primilla, “hace tanto calor en los nidos que no aguantan y se tiran antes de poder volar”, explicó con lástima la responsable.

Balance favorable

Las cifras hablan por sí solas, durante los ocho meses de este año se han recogido 270 ejemplares, mientras que la totalidad de animales recibidos en 2021 fue de 249 animales vivos, donde 113 fueron liberados en su hábitat natural. San Damián reconoció el gran avance respecto del año pasado, y estimó que “el porcentaje de devolución, cuando está completamente curados, suele estar en torno al 40 o 45%”.

Durante el 2021, en el Centro de Recepción de Animales Silvestres se recibieron, mayoritariamente, aves, seguido de mamíferos y en menor proporción reptiles, anfibios y peces.

En concreto, las especies con mayor número de ingresos en el CRAS fueron: vencejo común, busardo ratonero, lechuza común, cigüeña blanca, cernícalo vulgar, mochuelo europeo, paloma torcaz, milano real, cernícalo primilla, buitre leonado, paloma bravía y milano negro.

Un cernícalo atendido en el CRAS de Villaralbo. Foto J. L. F.

Además, las causas de los ingresos, durante el pasado año, fueron por traumatismos por electrocuciones y atropellos. Por otro lado, la vulnerabilidad de la cría es otra de las causas más frecuentes.

En cuanto a los animales afectados por los incendios han sucedido dos supuestos: por un lado que hayan tenido la fortuna de huir y, por otro lado, “que lamentablemente se hayan calcinado por las llamas”, confesaban.

Hay que destacar que el Centro de Zamora es de recepción y, en el caso de que un animal estuviera “gravemente herido”, sería trasladado de inmediato a Valladolid en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres.