Agricultores de Tierra de Campos alertan sobre la construcción de un parque de energías renovables (placas solares y aerogeneradores) que se extendería a lo largo de 800 hectáreas de terreno cultivable en Villamayor de Campos.

Los molinos se instalarían en "terreno agrícola concentrado y de una productividad media y alta", advierten, "justamente en un momento en el que la producción de alimentos se ha vuelto más importante y estratégica de lo que de natural ya es, debido a la crisis alimentaria que estamos viviendo agravada por la guerra en Ucrania".

Apuntan que estas casi 800 hectáreas están en las inmediaciones de una zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y, algunas avutardas (especie de ave esteparia protegida)" hacen sus nidos entre los cultivos".

"Contratos abusivos"

Según advierte José Roales, agricultor de Villamayor de Campos, "se nos pretende presentar como algo fabulosa e inmejorable para fijar población en esta parte de la España vacía. Cuando el mantenimiento y explotación de estos megaparques requiere de poquísima mano de obra y está en manos de empresas especializadas que se mueven por todo el país y ya cuentan con sus propios trabajadores. Cuando el sol es de todos y lo que no tiene el promotor es la tierra. Tierra que pretende conseguir con unos contratos de cesión de propiedad abusivos y sólo garantistas para el promotor y que a muchos propietarios no interesan porque quieren seguir cultivando la tierra".

En el proyecto también quedarían afectados caminos y cauces de agua de uso público y estaría ubicado a pocos metros del casco urbano, "con lo que el impacto visual sería importante".

El proyecto del macroparque de energía renovable se presenta cuando ya está aprobado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 "en el que se favorece el autoconsumo de electricidad conseguida a partir de energía renovables tanto a nivel individual, como empresarial o formando comunidades energéticas que pueden poner en marcha un grupo de personas o los ayuntamientos; en todos los casos cuentan con subvenciones públicas. Fórmulas todas ellas más sostenibles y adecuadas al espacio rural en el que vivimos".

Comunidad energética

Roales defiende que "lo que contribuye a fijar población en el medio rural es el mantenimiento de esas casi 800 hectáreas para su uso agrícola y ganadero".

Teniendo en cuenta que la superficie media de las explotaciones "en nuestra tierra es de 50 hectáres, 800 dan para que vivan entre 6 y 8 familias. Esto es fijar población. Y si además el ayuntamiento pone en marcha una comunidad energética para autoabastecernos todos los vecinos (tiene terreno para poder hacerlo) estaremos haciendo un ejercicio de economía circular y no contribuyendo con el sol, que es de todos, y las 800 has que son propiedad privada, a un negocio particular con carácter especulativo y ajeno a los intereses del medio rural donde vivimos" incide José Roales.

"Somos agricultores y ganaderos, no tontos. Energías renovables sí pero no así".