Un grupo de agricultores y ganaderos de la comarca tabaresa han constituido la plataforma “En defensa de la Tierra de Tábara” para hacer frente a la “invasión” de empresas dedicadas a la promoción de macroparques fotovoltaicos “en terrenos principalmente productivos”.
El proyecto que avanza en Pozuelo de Tábara, con la implantación de una central solar fotovoltaica que se extenderá por unas 500 hectáreas, además de otros que puede estar en perspectiva en Santa Eulalia y otros pueblos de la comarca han puesto en guardia al sector agropecuario.
Aseguran que estas instalaciones acabarán con el tejido empresarial y económico existente, “provocando la total despoblación de nuestra comarca”.
Los más de 50 familias que viven directamente de la agricultura y la ganadería, “somos desde hace años responsables del cuidado, mantenimiento y conservación de estos espacios” defienden. Los agricultores, “con el cumplimiento de buenas prácticas agrarias”, y la ganadería extensiva que practican los ganaderos “son las únicas actividades productivas compatibles con la sostenibilidad de los espacios naturales”.
Identidad territorial
Agricultores y ganaderos defienden su actividad para controlar los incendios forestales, regular los ciclos del agua y la calidad del suelo, potenciar la biodiversidad, conservar el patrimonio cultural y la identidad territorial. “El sector primario es el único que puede garantizar el abastecimiento de alimentos a la población española dada la inestabilidad existente en los mercados internacionales que ya están provocando dificultades de abastecimiento y por ello debe prevalecer sobre cualquier otro sector
Además de la fundamental actividad agrícola y ganadera, la plataforma considera que la “invasión” de los macroparques afecta a la arquitectura, monumentos, yacimientos arqueológicos y al paso del Camino de Santiago.
“Esta zona de enorme encanto turístico tiene asociado todo un tejido empresarial que desaparecerá con la proliferación de macroparques fotovoltaicos y eólicos” aseguran desde la plataforma que preside el ganadero de Tábara, José Manuel Ballesteros. Aluden al “impacto devastador” de una zona situada en las estribaciones de la Reserva Regional de La Sierra de la Culebra, “tanto para la biodiversidad como para el paisaje, con cableado, líneas de alta tensión, generadores o vallado de parcelas”.
Espacios protegidos
La plataforma “En defensa de la Tierra de Tábara” destaca la protección del paisaje con Lugares de Importancia Comunitaria, Zonas Especiales de Conservación y Zonas de Especial Protección para las Aves. “Afluentes del río Esla, como son el Arroyo de la Burga de Enmedio, Arroyo del Molino de Enmedio, Arroyo de Candanedo entre otros arroyos, aguas superficiales y manantiales están afectados por la Directiva de la Unión Europea para la conservación de los hábitats naturales”.
Más allá del impacto en los cultivos y el medio ambiente, indica que la instalación del campo fotovoltaico “anularía la posibilidad de disfrutar de elementos arquitectónicos tradicionales como pariciones y palomares, algunos de ellos recientemente restaurados”. E imposibilitaría el uso de la Vereda Real de Galicia, perteneciente a las Rutas de trashumancia de la Meseta Castellana.
Modelos energéticos justos, pero no disfrazados de energía verde que omite la atención al territorio
Frente a los macroparques, los promotores de la plataforma defienden “modelos energéticos justos, pero no disfrazados de energía verde que omite la atención al territorio en el que se instala y niega alternativas menos dañinas y consumistas”. Apuestan por mantener el patrimonio natural para las generaciones venideras.
