Un luminoso regalo de Navidad brilla con luz propia en Cañizal, junto al árbol y el muñeco de nieve construidos los dos años anteriores adornando distintos emplazamientos del pueblo. Esta vez la propuesta es un voluminoso envoltorio navideño iluminado y con el mismo mensaje de concienciación y respeto al medio ambiente que movió los anteriores proyectos.

La gran caja se ha armado con 8.600 botellas de plástico recogidas por los propios vecinos, además de la colaboración del pueblo palentino de Valle de Cerrato, el bar de Jessica en La Bóveda de Toro y el bar de las piscinas de Castellanos de Moriscos, en Salamanca.

Armando regalo de Navidad

La cadena solidaria ha permitido reunir tan importante volumen de botellas –de otra manera muchas estarían tiradas sin su correcto reciclaje– para ensamblar la gran estructura de hierro, de 3 por 3 metros, más 1,5 de los lazos iluminados. Una altura de 4,5 metros de regalo, al que se puede entrar y disfrutar del espectáculo de luz como ya han podido comprobar los niños y niñas de Cañizal.

Armando el regalo de Navidad

La obra ha sido posible gracias al voluntarioso trabajo de Héctor Araújo, Silvia Sánchez, Cristina Miguel, Mati Sáez, María Felicidad Araújo, Rubén Sierra, Paula Moreno, Miguel Ángel González, Ángel Hernández y Pablo Pérez.

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Los niños y niñas junto al regalo cedidas

“Necesitamos concienciarnos y reciclar correctamente los residuos, nos queda mucho por aprender y con estas iniciativas queremos mandar un mensaje a la población” expresa Rubén Sierra, alcalde de Cañizal, quien anuncia nuevas proyectos para un futuro.