José Lorenzo Fernández Fernández murió en acto de servicio en un trágico accidente mortal en Moreruela de Tábara. Su trabajo estaba en las carreteras como jefe de brigadas de mantenimiento del Servicio Territorial de Fomento de la Junta de Castilla y León, que le llevaba a recorrer la provincia de norte a sur y de este a oeste. Pero cuando se desenfundaba el traje de trabajador autonómico emergía una persona inquieta, muy curiosa, un gran defensor del medio rural y del legado etnográfico y cultural de los pueblos.

Baste con decir que solo unas horas antes de su trágica muerte en la carretera N-631 que se sabía casi de memoria había estado en Bermillo de Sayago presentando su último libro “Ermitas y cofradías. Religiosidad local en Sayago, Aliste y Alba durante la Edad Moderna” dentro de las actividades organizadas por “La Mayuela”.

La fotografía que adjunta esta información fue tomada la tarde noche del martes en ese acto, donde los miembros de “La Mayuela” le obsequiaron con un recuerdo. “Fue una tarde muy especial, José Lorenzo ofreció una conferencia muy agradable, se despidió de nosotros diciendo que le teníamos a nuestra entera disposición. Se mostró como siempre, colaborador y agradable” contaba ayer a este diario Lorenzo Ferrero, presidente de la asociación cultural “La Mayuela”, impactado como tantas personas por la pérdida de un referente cultural para la Zamora rural.

José Lorenzo Fernández Fernández había nacido en 1962 en Muelas del Pan, casado y padre de un hijo era licenciado en Historia Moderna por la Universidad de Salamanca, de la primera promoción de esta especialidad. Gracias a sus inquietudes culturales y el trabajo de investigación, este hombre afable y nada ruidoso deja un legado en forma de numerosos trabajos sobre los aconteceres históricos y cotidianos del pueblo que le vio nacer y otras comarcas zamoranas. José Lorenzo es autor, entre otros, de libros de investigación histórica como «Entre Aliste y Sayago. Muelas siglos XVIII al XX» (2002), «Ordenamiento jurídico y conflictividad vecinal en la Tierra de Alba en la Edad Moderna (2011) y «Ermitas y romerías. Manifestaciones de la religiosidad popular. El caso de Muelas del Pan» (2000).

Mauro Rodríguez, de Villaralbo, era presidente del Club Fluvial de piraguismo y fue concejal en el Ayuntamiento

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Los archivos eran como su segunda casa. José Carlos de Lera, archivero del Archivo Diocesano de Zamora, destaca el conocimiento que José Lorenzo tenía de la religiosidad popular de tal forma que “era capaz de reconstruir la realidad pasada para hacerla comprender a la ciudadanía”. Y era posible, precisa José Carlos de Lera, porque “se pateaba todos los espacios, conocía a los protagonistas y hacía comprensible su estudio histórico de las instituciones”. El responsable del Archivo Diocesano, que presentó el último libro de José Lorenzo en la Diputación, destaca también su “compromiso como historiador, a pesar de que no vivía de ello. Tenía su trabajo y después se dedicaba a la investigación”. También era miembro del Instituto de Estudios Zamoranos y de la Asociación El Cigüeñal para la Defensa del Paisaje. Su pérdida deja un vacío enorme y tristeza entre la legión de amigos y tantos zamoranos que valoraban su trabajo.

Su compañero Mauro Rodríguez, también fallecido en el accidente de Moreruela de Tábara, tenía 64 años, era natural de Villaralbo, actualmente presidente del Club Fluvial de Piragüismo, y fue concejal del Ayuntamiento. Este trabajador de la Junta estaba casado y era padre de dos hijos.