Con el encendido de velas culminaba el homenaje de los montañeros de la comarca y la asociación Cryosanabria a las 144 víctimas de la catástrofe de Ribadelago. El homenaje ha consistido, también en un repaso de los sucesos históricos que acompañaron a la tragedia. La infraestructura de la presa de Vega de Tera presa tenía graves deficiencias estructurales como consecuencia de una mala construcción. Las obras de la pared concluyeron en 1956 con una gran cantidad de filtraciones.

Durante más de dos años la presa fue revisada por ingenieros que dictaminaron que nunca se debía rellenar ese embalse de agua debido a su alto riesgo de colapso y rotura de la pared. A pesar de ello, a finales de diciembre de 1958 el régimen franquista decidió llenarlo. El 8 de enero de 1959 el embalse se llenó completamente, resistiendo la pared de la presa escasas horas hasta que rompió en la madrugada del 9 de enero de 1959. Las aguas represadas bajaron por el cañón del Tera y llegaron a Ribadelago llevándose la vida de 144 vecinos al arrasar e inundar el pueblo.