La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural modifica el pliego de condiciones de la IGP Vino de la Tierra de Castilla y León para dar cabida a variedades minoritarias recientemente incorporadas a la lista de variedades autorizadas en Castilla y León. La zona de producción de los vinos amparados por la IGP Vino de la Tierra de Castilla y León está formada por la totalidad de los municipios de la Comunidad Autónoma.

El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó ayer jueves la resolución por la que se aprueba la modificación que establece las especificaciones técnicas y los requisitos de calidad que tiene que cumplir el producto para ser amparado por la IGP Castilla y León, en su denominación tradicional, Vino de la Tierra de Castilla y León. Las variedades minoritarias que se incorporan son Rabigato o Puesta en Cruz, Rufete Serrano Blanco, Estaladiña, Gajo Arroba, Mandón o Garro y Tinto Jeromo. Asimismo, se incluyen también las variedades Maturana Blanca y Maturana Tinta, que tienen su origen en la vecina comunidad autónoma de La Rioja, así como la variedad Touriga Nacional, originaria de Portugal.

La gran variabilidad de vinos que pueden elaborarse dentro de la IGP permite una adaptación más fácil a la demanda del mercado y nuevos gustos del consumidor. Por tanto, el potencial de esta figura de calidad es muy elevado. Con la incorporación de las variedades minoritarias se abre un abanico de posibilidades para la elaboración de vinos peculiares, con una carácter genuino y diferenciado que puede resultar muy atractivo para el consumidor de vinos actual.

Según la Junta, la incorporación de estas variedades es el resultado del trabajo de caracterización y recuperación de variedades minoritarias desarrollado por el equipo de investigadores del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), tras un proceso amplio de prospección llevado a cabo durante más de veinte años en todas las zonas vitivinícolas de Castilla y León, proceso que continúa en la actualidad.