Una máquina, posible causa del incendio de Lober de Aliste

El incendio forestal declarado a las dos de la tarde del pasado sábado en Lober de Aliste (en el municipio de Gallegos del Río) pudo estar provocado por una máquina. Se baraja la accidentalidad como causa de un siniestro que provocó un fuego de gran magnitud y muy difícil control debido al fuerte viento reinante en la zona. Las investigaciones tratan de determinar las circunstancias que provocaron el fuego y, como ha podido saber este diario de fuentes vecinales, agentes medioambientales están interrogando a vecinos de Lober y Tolilla. Las primeras hipótesis conducen a la manipulación de una máquina y de forma fortuita saltó la chispa que desencadenó el fuego más importante del verano en la provincia de Zamora. El Seprona de la Guardia Civil también investiga el origen del siniestro.

Desde Lober el fuego avanzó hacia Domez de Alba, tras atravesar dos carreteras y la ribera del río Aliste, para llegar hasta las mismas puertas de Domez. Las fuertes rachas de un viento muy cambiante comprometieron a la población de Domez que se vio prácticamente rodeada por las llamas. Pese al ingente esfuerzo de los medios aéreos y terrestres de la Junta de Castilla y León, a los bomberos, más tarde la UME y los vecinos haciendo cortafuegos, no se pudo evitar el avance de las llamas hasta naves ganaderas y hacia el pueblo de Vegalatrave, donde se calcinó una nave ganadera.

A esta hora el fuego sigue activo y se mantiene un importante despliegue de medios, pero ya está en perimetración. La tímida lluvia y la bajada de temperatura favorecen las labores para la extinción definitiva de un incendio que ha superado las dos mil hectáreas.

El incendio evoluciona favorablemente y ayer permitió la bajada a nivel 1 a las 19.30 horas. Se fueron retirando gradualmente los medios aéreos de apoyo al operativo de lucha contra incendios de la Junta de Castilla y León, se desmovilizó a la Unidad Militar de Emergencias y los medios enviados desde otras provincias.

Pero han estado trabajando toda ela noche dos técnicos, cinco agentes, cinco cuadrillas de tierra, tres cuadrillas nocturnas, cuatro autobombas y dos buldócer. En total, alrededor de 75 personas trabajarán durante las horas sin luz hasta la incorporación de medios aéreos a primera hora de la mañana.