El confinamiento en los hogares ha otorgado especial protagonismo a la cocina y ha potenciado el consumo de alimentos caseros como las legumbres. Una consultora privada ha llegado a elevar el aumento a nivel nacional hasta un 335%; y el más oficial análisis de consumo en el hogar, realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, constata el incremento de legumbres en un 77,2% durante la tercera semana de abril, en pleno Estado de Alarma por el Covid 19.

Un hecho corroborado por el Consejo Regulador de la IGP Garbanzo de Fuentesaúco, que ha expedido "más contraetiquetas de las habituales" confirma el director técnico, Nicolás Armenteros. El garbanzo, legumbre por excelencia en la comarca de La Guareña, ha notado ese aumento de la demanda hasta el punto de agotar existencias en algunos almacenes. "Las primeras tres semanas desde que se decretó el Estado de Alarma fue un auténtico boom, prácticamente se dobló la demanda respecto a un año normal".

Una tendencia que invita al optimismo del Consejo Regulador en su apuesta por la producción y consumo de productos de la tierra, en este caso con la contrastada calidad que caracteriza al garbanzo de Fuentesaúco.

"Llevamos cuatro temporadas aumentando la superficie y este año creemos que la tendencia no tiene por qué ser diferente, además ha habido un tirón muy fuerte de las leguminosas debido a la pandemia, los almacenes están prácticamente vacíos y eso puede animar a sembrar más" apunta José Antonio Perlines, presidente de la IGP Garbanzo de Fuentesaúco.

El agricultor saucano está en pleno laboreo con el arranque de las malas hierbas en el garbanzal tras una sementera que se ha visto algo más complicada por el exceso de humedad. "Cuando le va bien al cereal la legumbre lo pasa mal" precisa Perlines; pero como todo en el campo, hay que esperar a lo que venga del cielo para ver el progreso de la planta.

Si se aprecian "corros" de rabia en las parcelas, enfermedad que ataca al cultivo de garbanzo y que puede malograr el tallo, como consecuencia del exceso de agua. "Si tiran varios días con calor y sin humedad es fácil que se recuperen bastante, pero sabemos cómo es la primavera y en la agricultura no se pueden hacer previsiones porque esto cambia de un día para otro".

Consolidar superficie

Pendientes de que concluya el plazo de inscripción de las parcelas y la declaración de la PAC, desde el Consejo se espera al menos mantener los niveles del año pasado, con casi 800 hectáreas sembradas al amparo de la IGP.

"En principio el objetivo es consolidar, sabemos que es mucho menos de lo que se podría sembrar pero hay que ver de dónde venimos, de años que no llegábamos ni a las 300 hectáreas" apunta Nicolás Armenteros.

Ahora que se empiezan a alabar las bondades del comercio de proximidad, de los productos de la tierra que trabajan agricultores y ganaderos, el garbanzo de Fuentesaúco puede estar ante una oportunidad. "Si apoyamos nuestros productos fijamos población, se manufactura cerca, se envasa cerca, merece la pena pero todos tenemos que darnos cuenta. Nosotros no somos objetivos porque defendemos lo nuestro" destaca el presidente del Consejo Regulador. Pero insiste en que "no es lo mismo sembrar en nuestra zona o en España que traer un barco con 200.000 toneladas de legumbre de Canadá o Méjico; puede que sea algo más barato para el consumidor pero, además de que no es comparable la calidad, perjudicamos a los agricultores locales, envasadores y toda la gente que forma parte de la cadena. Si defendiéramos un poco más lo nuestro, nos iría mejor a todos" defiende José Antonio Perlines.