La ganadería del futuro es una realidad. Y llega de la mano de la biotecnología, que empuja a las nuevas generaciones de criadores hacia un sistema de producción de alta calidad y cada vez más competitivo gracias a los avances de la genética. Por eso hoy no es extraño hablar en una granja de vacuno en términos de mejora genética, reproducción asistida, multiovulación o transferencia embrionaria. Ni que un tanque criogénico para conservar semen o embriones forme parte de las instalaciones de una explotación de bovino de leche.

Ocurre en la granja de Jorge Hernández, el primer ganadero de España que firma un contrato con un centro de inseminación artificial de Francia para la transferencia de embriones a un semental. La donante es una hembra de la explotación La Sielma de Monfarracinos, donde el criador compatibiliza la producción lechera de vacas de raza Holstein o frisona, con un innovador proyecto de generación de embriones para afianzar la capacidad genética. "Tratamos de hacer las cosas bien y es un orgullo porque Francia nunca había contratado un animal en España para transferir embriones" explica el ganadero zamorano.

Todo empezó hace casi cuatro años, cuando Jorge se planteó trabajar con la raza Brown Swiss (pardo suiza), productivamente muy atractiva por la alta calidad de la leche y un demostrado buen rendimiento de queso. La raíz troncal de esta raza es la montaña de León donde es característica la ratina o vaca parda de montaña. "Es una vaca un poco más rústica, más dura, más resistente, un poquito menos productora sobre todo en las primeras lactaciones, pero a la vez tiene muchísima calidad de leche, con más grasa y rica en proteínas" explica el productor. Prueba de ello es su elección para elaborar quesos prestigiosas marcas, muy del gusto de las especialidades queseras más exquisitas en Italia, Francia o el norte de España.

"Si realmente quieres tener calidad hay apostar por buenos animales; la genética va muy lenta y la alternativa eran comprar embriones o algún animal". Jorge se decantó por la última opción y adquirió en Francia una ternera de 8 meses con alta calidad genética. En su haber, seis generaciones de vacas calificadas como excelentes y, entre otros méritos, la abuela fue campeona en Francia a la mejor ubre en 2009.

Un animal con un pedigrí prometedor que no ha decepcionado a juzgar por los resultados que ha revelado una de las tres terneras nacidas de la producción de embriones. El animal presenta excelentes características, 24 puntos por encima de la media , situándose entre los 15 mejores animales de Francia.

Así lo determina la prueba genómica realizada con las muestras de cartílago tomadas por técnicos de la empresa Evolution Ibérica, radicada en Benavente, que se encarga de toda la distribución de semen a Francia. "Domingo Fidalgo, que trabaja en toda esta zona, se ha preocupado muchísimo de venir a tomar las muestras para enviarlas y ha estado muy pendiente con todo el proceso hasta firmar el contrato con los franceses; estoy muy agradecido" apunta Jorge Hernández.

Los 176 puntos logrados por la ternera, de acuerdo con los índices de valor genético establecidos en Francia -uno de los primeros países cuyos métodos de evaluación genómica han sido oficialmente validados a nivel internacional-, llamaron de inmediato la atención de la Brune Genetique Services (BGS), una unión de cooperativas agrícolas que reúne el libro genealógico de la raza Brown Swiss.

El pasado mes de septiembre el presidente de la asociación gala y otros ganaderos visitaron la granja de Jorge para conocer a la excelente hembra candidata a donante. No es baladí que el potente sector ganadero francés, con su notable patrimonio genético, ponga las miras en un animal de España.

"Les gustó y hemos firmado el contrato de transferencia embrionaria para la creación de toros reproductores, en este caso el seguimiento de un macho inscrito en el esquema BGS", que cruza hembras con los mejores sementales de raza parda disponibles.

Un hecho novedoso en España que llena de orgullo a este ganadero zamorano. "Parece que el mundo del campo solo es noticia por los bajos precios y lo mal que estamos, pero también ocurren buenas" expresa Jorge. Como que un animal de Zamora forme parte de un prestigioso programa de selección para crear las mejores familias de vacas del mundo.

El proceso está en marcha. Tras la firma del contrato, hace unas semanas produjeron los embriones, un total de doce (once viables y uno malo). Se introdujeron en fresco a cuatro hembras receptoras y los otros siete han sido congelados y se conservan en un tanque de nitrógeno líquido a menos 196 grados; "cuando vayamos teniendo animales disponibles los vamos poniendo".

La producción de embriones se basa en la súper estimulación del ovario para provocar una ovulación múltiple. "En vez de inseminar una vez, en este caso inseminamos con tres dosis para tratar de fertilizar todos los óvulos" explica el ganadero zamorano.

Cuando nazcan los machos se enviarán las muestras de cartílago a Francia para determinar los índices de valor genético y ver si cumplen las condiciones. "Hay que intentar hacer las cosas bien, obviamente no te vas a hacer rico produciendo embriones pero tratas de recuperar un poco la inversión y a la vez tienes animales de mucha calidad".

En la línea de las nuevas generaciones de ganaderos, Jorge plantea el incremento de la rentabilidad mediante la mejora genética que lleva a cabo en su propia explotación. "Siempre digo que si tenemos que seguir con la boina para saludar a los que vienen de Madrid, mejor que nos vayamos. Todo está cambiando mucho, evoluciona a lo bestia y los ganaderos no podemos quedarnos atrás".

Una de las claves de la mejora genética es el buen manejo para que el animal pueda expresar todo su potencial genético. Jorge Hernández trabaja con ese objetivo.