Las lluvias de las últimas horas incrementaron ayer los caudales de los ríos sanabreses, y algunos alistanos, hasta niveles preocupantes, llegando a desbordamiento en algunos puntos del Castro y a elevadas y comprometedoras cotas en los ríos Tera y Trefacio.

El río Tera registraba ayer un caudal de más de 143.000 litros por segundo (143,30 metros cúbicos segundo) a las 12.20 horas del día, a su paso por Puebla de Sanabria, según los datos recogidos en la estación automática de Confederación Hidrográfica del Duero, de la Red Integrada SAIH-ROEA y el Sistema Saica redes de telecontrol a tiempo real". Esta gran corriente provocaba que el río Tera se saliera del cauce en algunos escenarios; pero el que corría más riesgo era el río Trefacio, a la altura de la presa de El Puente, donde superó el cauce pero sin alcanzar la carretera. La borrasca Daniel llegó ayer a la zona cargada de agua y colmó ríos y regatos.

Tras una mañana en alerta para el Tera, la situación tendía a remitir a partir de la tarde. El crecimiento de los caudales fue un espectáculo que animó a varias personas a contemplarlo con curiosidad. El río Castro recibió una aportación que llegó a cortar el camino de Castro a Puebla, y a anegar una pequeña chopera, en el barrio de Santa Ana de Puebla, donde la crecida era espectacular.

A las ocho y media de la mañana el caudal era de 133,94 metros cúbicos por segundo. El nivel del río creció un centímetro por hora al pasar de 2,74 metros a las ocho y media, a 2,79 metros a las 12.30, y a estar a escasos tres centímetros de desbordarse en la Chopera de Puebla de Sanabria.

El río bajaba con un importante aumento de caudal, aguas arriba en el Puente de Sanabria, donde el mayor punto de riesgo de desbordamiento estaba en la zona de la carretera entre El Puente y el término de Trefacio.

La Confederación Hidrográfica del Duero recomendaba ayer especial atención en los cauces del noroeste de Zamora, así como de León y el Támega en Orense, debido a las condiciones meteorológicas previstas en las próximas horas. Las intensas precipitaciones y el deshielo han contribuido a un importante aumento de los caudales en varios ríos de la cuenca, manteniéndose una situación de alarma el río Dueñas, a su paso por la estación de aforo de Crémenes y el río Bernesga, a su paso por Villamanín, Cascantes y la capital leonesa.

Asimismo registaron crecidas en los ríos Curueño, Dueñas, Besandino, Luna, Omaña, Esla, Orza, Torío, Yuso y Porma, en la provincia de León así como en el río Tamega, en la provincia de Orense. Las previsiones meteorológicas para esta semana anuncian una probable repetición de este tipo de episodios, frecuentes, por lo demás, en esta época del año.

Los datos pluviométricos registrados ayer por la mañana en Puebla arrojaban 45 litros por metro cuadrado y 39 litros por metro cuadrado recogidos el domingo. En dos días se han acumulado 84 litros por metro cuadrado. Hasta ayer el total pluviométrico era de 102, 8 litros por metro cuadrado. En noviembre se recogieron 148,5 litros por metro cuadrado. El total del año suma 295,5 litros por metro cuadrado.

El volumen de agua despertaba el interés de los ribereños que comentaban el beneficio de estas riadas para limpiar el lecho del río, en puntos como Castellanos, donde todavía había vestigios de los lodos arrastrados del incendio ocurridos en San Ciprián de Sanabria hace tres veranos.

Estas crecidas de la cuenca del Duero daban una aportación a los embalses ubicados en la provincia de Zamora y que son depositarios de estas corrientes, como son Cernadilla, en el Tera, y Ricobayo en el Esla, pero con unos altos porcentajes de acogida todavía en sus vasos, de más del 50%y del 40% respectivamente.