La playa de Carbellino, situada a orillas del embalse de Almendra, presenta desde ayer una imagen más decorosa y saludable gracias a un grupo de voluntarios que la tarde del sábado se dedicaron a limpiar este espacio natural, muy concurrido durante el verano y siempre atractivo para pescadores y domingueros.

La iniciativa, que partió de tres padres con la idea de concienciar a sus hijos en la necesidad de mantener limpia la naturaleza, se extendió como la espuma gracias al "boca a boca" y los grupos de "whatsapp", consiguiendo reunir a unas 80 personas, llegadas del propio Carbellino, Almeida, Roelos o Bermillo.

Andando, en coche o en bicicleta, los voluntarios "tomaron' la playa soportando temperaturas de 33 grados, con niños, jóvenes y adultos peinando la zona para retirar residuos y basuras de todo tipo. En poco más de hora y media reunieron más de 40 sacos y bolsas llenas de botellines, cristales, latas, cuerdas, toallitas, bolsas, compresas, chapas, zapatos... Hasta una olla express, un tubo de escape, mangueras, alambres, latas o restos de motores. Hallazgos que alertan sobre la nula conciencia ambiental de algunos de los usuarios de esta zona del embalse que aprovechan lugares con peor acceso, como peñas profundas o zonas de desnivel, para abandonar las basuras. Así lo pudieron comprobar los voluntarios, localizando una mayor concentración de desperdicios en esas zonas, "lo que nos hace pensar que muchos desaprensivos se cuidan de dejar sus basuras bien escondidas" apuntan.

Tal era la cantidad de residuos recogidos que no cabía en los contenedores de la zona, por lo que fue necesario cargar algunos sacos en los coches y repartirlos por otros contendores.

Como destacan desde el grupo, la jornada transcurrió en un ambiente de "gran compañerismo" y se saldó con un par de pequeños cortes y alguna picadura de avispa, "pero ha merecido la pena". Porque, más allá de la limpieza tan necesaria surgida espontáneamente de vecinos y visitantes de Carbellino, el objetivo es "concienciar de la importancia de cuidar nuestro medio ambiente más cercano y denunciar los comportamientos incívicos de algunos usuarios del entorno del embalse".

Entre los participantes en esta actividad cunde el deseo de que "la gente tenga un comportamiento más cívico y que desde el Seprona (Guardia Civil) se persiga y castigue a quienes de forma reiterada ensucian y contaminan un entorno natural que los zamora nos deberíamos valorar mucho más".

También se echa de menos una labor de mantenimiento en las zonas del embalse que gustan de visitar veraneantes y pescadores, así como un "servicio adecuado de contenedores". O el respecto del entorno natural "en cada obra relacionada con la captación de aguas, evitando la formación de escombreras o el abandono de material que se acaba oxidando".

Vecinos y emigrantes de Carbellino de Sayago advierten que no solo es desagradable encontrarse con restos de comida, botellines, cristales rotos o neumáticos, el año pasado incluso llegó hasta la orilla de la playa una urna funeraria, sino que "es muy peligroso para los bañistas, que pueden lesionarse con latas o cristales".

Para los voluntarios ambientales el éxito de esta recogida "no debe medirse por los kilos de basura o la cantidad de gente que se apunta sino porque a otro año no tengamos que repetirla porque todo está limpio".