La restauradora Ana Sánchez Calzada manifiesta que: "En cuanto a los insectos xilófagos, los ataques se determinaron como efectos de carcoma pequeña o "anobium punctatum". Estos ataques eran muy puntuales y actualmente no había signos externos de actividad, aunque si se realizó tratamiento preventivo para evitar posibles ataques de larvas o huevos que pudieran estar dentro de las galerías de la madera (pino)" aseverando que "La mejor época para realizar los tratamientos de desinsectación es de mayo a agosto, pués es cuando el insecto sale a la superficie para reproducirse".

Respecto al Sagrario, señala la experta restauradora leonesa que "se ha hecho una ligera modificación, ya que el objetivo era retirar el Sagrario metálico para que se pudieran apreciar las pinturas que éste tapaba y eliminarlo, ya que no tiene ninguna relación con la construcción del retablo original, y de lo que se trata es de recuperar en la medida de lo posible la originalidad de la obra".