La expansión de la fauna salvaje ha ido en aumento en los últimos años. Agricultores de Pozuelo y todos los pueblos del entorno sufren los daños de manadas de jabalíes y ciervos que irrumpen en las fincas y buscan refugio y alimentos en los cultivos herbáceos sembrados a raíz de la puesta en marcha de los regadíos. La invasión de animales ha llevado incluso a cercar las fincas con pastores eléctricos, que tampoco han resultado efectivos. El alcalde de Pozuelo confirmaba ayer a este diario que "se están abandonando tierras. Un agricultor de Moreruela me confirmaba que dejaba de regar dos hectáreas de maíz porque no estaba dispuesto a seguir dando de comer a los bichos". La dimensión del problema llevó al alcalde a pedir soluciones a la Comisión Europea que recomienda que se ponga en contacto "con la autoridad responsable de estos asuntos en Castilla y León, que podrá suministrarle información detallada sobre las posibles medidas existentes para paliar los daños producidos por fauna salvaje en explotaciones agrarias y para gestionar las poblaciones de estos animales".

La propia Comisión Europea informa al alcalde de Pozuelo de Tábara que es la autoridad local la que podrá informarle "sobre la mejor manera de solucionar su caso".