Hasta 350 alumnos llegaron a ocupar las aulas del colegio de Almeida de Sayago. Corrían los años 80 cuando el centro -hoy llamado "Matilde Ledesma" en honor a una emblemática maestra del pueblo- comenzó a funcionar como colegio comarcal donde se formaba a un importante alumnado procedente de Almeida, Carbellino, Salce, Roelos, Mogátar, Fresno, Figueruela, Tamame, Alfaraz, Viñuela, Escuadro, Moraleja y los niños de las numerosas dehesas que poblaban la zona.

Hoy aquella bulliciosas aulas, tan frenética actividad educativa, ha quedado reducida a 28 alumnos, 10 de Almeida y los 18 restantes procedentes de Carbellino, Roelos, Fresno, Mogátar, Escuadro y Alfaraz. El magnífico colegio de dos plantas, dotado de laboratorio, gimnasio, comedor, una envidiable biblioteca y hasta una estación meteorológica lleva años infrautilizado ante el permanente declive de la población escolar, un fenomenal termómetro de la crisis demográfica que se acentúa en el medio rural.

Y esta realidad es la que ha llevado al Ayuntamiento de Almeida a adaptar el centro a esos 28 alumnos matriculados para el próximo curso, reduciendo la actividad en la planta baja y cerrando la segunda. "Es algo que se debería haber hecho hace tiempo porque es imposible asumir el mantenimiento del colegio como si tuviera 350 alumnos" reflexiona el alcalde de Almeida, Miguel Alejo. Según los datos aportados por él mismo, hasta ahora los gastos de mantenimiento del centro superaban los mil euros al mes; entre limpieza, calefacción, agua o luz. Más de 12.000 euros al año -la Diputación concede una subvención anual de 900 euros-que salen de unas arcas municipales en números rojos y que con las obras de adaptación permitirán un ahorro "del 50%".

Unas obras que han sido posibles gracias a una subvención de Junta y Diputación de 9.000 euros que, sumados a los 2.600 aportados por el propio Ayuntamiento, han hecho posible la adaptación del centro a la nueva realidad. Para ello se ha aislado la planta superior, que a partir de ahora queda inhabilitada, de tal forma que todos los servicios educativos se concentran en la planta baja donde se ha adecuado la instalación de calefacción y electricidad, además del tabicado de aulas, que estaban preparadas para 40 alumnos y ahora quedan mucho más reducidas.

"Sin mermar el servicio, las obras permiten atender a los niños en mejores condiciones" precisa Miguel Alejo, quien no deja de cuestionar el sistema de mantenimiento de colegios. "Aunque es un colegio comarcal donde vienen alumnos de otros pueblos, los gastos debe asumirlos Almeida y esto tendría que revisarse" expresa el alcalde socialista consciente de cómo su pueblo, con un agujero económico considerable, debe hacer frente a los gastos del colegio comarcal mientras otros municipios bastante más saneados no tienen ninguna obligación. "Aunque quisieran ni por ley podrían hacerlo, es la paradoja de una administración que en muchos casos no adapta las leyes a la nueva realidad".

Alejo sitúa esta reforma del colegio, con la reducción de gastos a la mitad, "en la senda de lo que queremos hacer en este Ayuntamiento, como es una gestión austera sin renunciar a los servicios públicos". Almeida arrastra una deuda de 800.000 euros.