Madre hay más de una

Teresa Mata Escalero, la vecina más longeva de Cabañas de Aliste, ha recibido un homenaje del Ayuntamiento de Riofrío, coincidiendo con su centenario. En el acto ha contado con su pueblo y de su familia por toda una vida de sencillez y humildad, ayudando a quien podía y más lo necesitaba a la vera de la Sierra de la Culebra. Atrás queda, en la memoria, aquel ya lejano día 15 de junio de 1915 en que vino al mundo, época de siega de la hierba y la cebada, de calores, camino del verano donde no había tiempo para quedarse en casa y hubo de pasar sus primeros meses a la sombra de manojos de trigo y "medas" en la era.

De joven se casó con Abelardo Baladrón y juntos iniciaron una vida dedicada a la agricultura y a la ganadería. Ella, además, a las labores propias del hogar: sin tregua, del amanecer al atardecer, de la anochecida a la amanecida.

Su carácter hospitalario floreció, aún más si cabe, con la puesta en marcha en 1952 de la línea ferroviaria de Medina del Campo a Galicia por Aliste, con un apeadero en Cabañas, junto a su casa, morada y cobijo de los viajeros, cuando iban o venían a deshoras, mientras esperaban el "Correo" de las 10 o el "Ferrobús" de las 20, aquellos primeros años con retrasos continuos y constantes.

Fruto del matrimonio, bien avenido, nacieron sus cuatro hijos, Narciso el mayor, y después María, Antonia y, por último, Inmaculada. Una familia numerosa en tiempos de difíciles de Guerra Civil y de posguerra donde en un Aliste superpoblado donde había muchas bocas que alimentar y muy poco que comer.

Aún así, Teresa y su marido Abelardo mostraron su bondad y generosidad. Mientras amamantaba a su benjamina Inmaculada, la casualidad quiso que en Riofrío naciera un niño, Felipe, que se quedó huérfano de padre y madre. Fue allá por 1965 y desde entonces Felipe fue, es y siempre será, uno más de la familia, aunque no lleve sus apellidos. De hecho, Felipe esta soltero, y dado que la mayoría de los familiares de Teresa viven en otros lugares, él es el que convive y cuida a diario de su madre adoptiva, la cual se quedó viuda hace más de treinta años. El cariño es mutuo y la familia adoptiva aprecia mucho a Felipe. Teresa nunca ha salido de su pueblo, pero gracias a la televisión, que es su fiel compañera, ha visto mucho mundo a través de documentales, películas y series iberoamericanas, sobre todo "culebrones".

Su cumpleaños ha sido especial, ya es centenaria, y lo celebró rodeada de los suyos, cuatro hijos, tres yernos y una nuera, su querido Felipe, sus seis nietas, todas ellas chicas, y sus seis biznietos. En Ayuntamiento de Riofrío, representado por su alcalde Casimiro Rodríguez, y su pueblo Cabañas por Cipriano Casas , le rindieron un sentido y merecido homenaje a su vecina, la señora Teresa Mata Escalero. Teresa ha sido testigo de la historia de Cabañas, como la inauguración de la nueva iglesia en 1946, imitación del neoclásico, o de aquel 24 de septiembre de 1952 cuando todos salieron a ver pasar el primer tren donde viajaba Francisco Franco o aquellos gloriosos años sesenta donde Cabañas alcanzó los 263 habitantes.