La Junta de Castilla y León ha elaborado una nueva evaluación sobre las poblaciones «anormales» de topillos detectadas en algunos puntos de la Comunidad que presentará al Comité Científico de Lucha contra las Plagas Agrícolas la próxima semana con el fin de que proponga medidas para su control. Así lo explicó la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, tras una reunión celebrada con los representantes de las organizaciones agrarias de la Comunidad.

Pascual explicó que el día 4 de febrero finalizó la última evaluación sobre las poblaciones «anormales» de topillos detectadas en los meses de julio y agosto, que es la quinta que se realiza, y que se presentará el próximo 12 de febrero al Comité Científico para que recomiende las medidas a tomar, entre las que cabe la posibilidad del uso de veneno como rodenticidas.

La viceconsejera recordó que la población «anormal» de estos roedores se detectó fundamentalmente en las zonas de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), de Arévalo-Madrigal (Ávila), Cuéllar (Segovia) y al este de Campos en Palencia. No se hizo así referencia a la comarca de La Guareña, donde los agricultores han alertado de la proliferación del roedor en cunetas y ya en algunas parcelas.

Pascual aclaró que la situación actual no es la misma que cuando se produjo la plaga de 2007 y ha señalado que desde julio y agosto se han realizado cinco evaluaciones para saber las zonas afectadas, la población de topillos, situación y medidas a tomar. Posteriormente, el Comité Científico se ha reunido en dos ocasiones, el 10 de septiembre de 2013 y el 8 de enero de este año, y recomendó inicialmente prácticas agronómicas a realizar por los agricultores como la eliminación de reservorios en cultivos y levantar el terreno, lo que se ha completado con quemas controladas y la modificación del hábitat en cunetas en colaboración con las diputaciones provinciales.

La viceconsejera insistió en que la situación no es preocupante como la de una plaga, pero ha incidido en la necesidad de conocer la situación para controlar la población de topillos y llegar a la primavera con mayor tranquilidad.

Tras la reunión, los responsables de las organizaciones agrarias se mostraron partidarios de utilizar veneno si fuera necesario para controlar la población de roedores y abogaron por la coordinación, no sin dejar constancia de la preocupación existente entre los agricultores tras la experiencia de 2007.

Este diario intentó recabar datos de la Junta sobre la presencia del topillos en determinadas zonas de la provincia pero no hubo respuesta.