Los máximos responsables de la Guardia Civil en Castilla y León y en Zamora quisieron ayer estar presentes en un acto, a priori puramente protocolario pero cargado de sentido en La Guareña, en los últimos meses en el punto de mira por la incidencia de delitos contra las explotaciones agrarias. Con el Plan Roca (equipo de la Guardia Civil especializado en estos robos agrícolas) en marcha y la situación bastante atemperada, el general-jefe de la 12ª Zona de la Guardia Civil, José Manuel Díez Cubelos, felicitó a los guardias. «Se que lo estáis haciendo muy bien», elogió públicamente a los agentes, para ratificar la «notable» bajada de la delincuencia en la zona, en un 20%. Después, en declaraciones a este diario, Díez Cubelos fue más allá y aseguró que estamos en una «comarca envidiable» por el escaso índice delitos por mil habitantes. En el acto de la izada de la bandera se encontraba entre el público el presidente de la Junta Agropecuaria de Fuentesaúco, José Antonio Perlines, quien confirmó los primeros contactos con los agentes del Equipo Roca para hacer un seguimiento de la situación y dar las instrucciones precisas a los agricultores y ganaderos en caso de que vuelvan a producirse actos delictivos. «La situación ahora está tranquila -admitió Perlines- pero se puede bajar la guardia».

El general Díez Cubelos apostó por la «colaboración» con las administraciones porque de lo contrario «sería imposible mantener un despliegue de la Guardia Civil que implica mantener dos mil cuarteles a lo largo de España, 277 en Castilla y León y 24 en Zamora». Y aunque admitió que los cuarteles «deberían tener viviendas para que la Guardia Civil pudiera integrarse en la población, eso exige unos fondos, imposibles en la coyuntura actual. Habrá que esperar».