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Baloncesto | Liga Femenina

El CD Zamarat recupera su clase y ya es décimo

Irregular partido ante el Campus Promete de Logroño que afortunadamente terminó con victoria fraguada en una gran segunda parte

El CD Zamarat recupera su clase y ya es décimo

Una de las más valiosas características del Quesos El Pastor es la clase que poseen sus jugadoras para recuperarse de los malos momentos y afrontar con eficacia los instantes finales de cada partido. Porque cualquier otro equipo que se viera con 7-23 en solo seis minutos de juego encajaría bastante mal que en otros cuatro, se viese con un 20-28 al cierre del primer cuarto.

Lo ha repetido muchas veces Lucas Fernández, que lo importante no son los resultados, sino las actitudes del equipo. Y esas actitudes ayer se conviertieron en resultados, en una brillante victoria que permite a las zamoranas despedir el año con un magnífico sabor de boca y con toda la segunda vuelta por delante para seguir escalando posiciones en la clasificación y recuperarse de la mala suerte en forma de lesiones que le ha perseguido durante lo que va de campaña.

El de ayer fue un partido con muchas alternancias en el marcador en el que pudo comprobarse que el Campus Promete puede plantar cara a cualquier rival, aunque al final, le cuesta mantener la regularidad necesaria para sumar más victorias. Algo parecido a lo que le ocurrió ayer a las zamoranas, pero esta vez, en los minutos finales nadie falló y todas aportaron lo suyo para conseguir esa quinta victoria que sabe a gloria dadas las circunstancias.

Ya lo habíamos advertido que la lucha del encuentro estaría en la pintura donde las Pirsic, Silva y Svitlica tendrían que vérselas con las Convington, Knight y Gastaminza. Y las naranjas terminaron por imponer su ley aunque el Campus Promete le superase claramente en la captura de rebotes.

Pero el verdadero y trascendental duelo estuvo en el exterior, en el reencuentro de dos viejas conocidas: Juana Molina y Mariona Ortiz que coincidieron juntas en el Zamarat hace tres años y ayer se veían las caras de nuevo. Ortiz volvió a ser decisiva en el Quesos El Pastor y no tanto por los datos tangibles como pueden ser los puntos anotados o las asistencias ofrecidas a sus compañeras, sino por ser lo que se entiende por directora de juego, la encargada de mantener el ritmo en cada momento, de aplicar el "tempo" necesario en cada ataque: ahora a correr, más tarde a agotar la posesión. Y en eso, la catalana es una maestra como muy pocas bases son capaces en esta potente liga.

Y fue ella, precisamente la que puso en marcha al equipo con una primera canasta y un triple. Sabrina Cinili le apoyó y el marcador se fue en un abrir y cerrar de ojos a los 0-9 que provocaron el primer tiempo muerto del Campus Promete. Lejos de servir para algo al equipo de Andreu Bou, el parón supuso la entrada en juego de Svitlica y Silva que protagonizaron un asombroso 7-23 en solo seis minutos. Era increible con qué facilidad se había ido el Quesos El Pastor en al marcador. Pero, lo que es el baloncesto, solo cuatro minutos tardaron las riojanas en recuperarse para cerrar el primer cuarto con 20-28 y ponerse por delante con 30-28 dos mínutos después, mientras el Zamarat se obcecaba sin obtener eficacia en cargar sobre el juego interior en ataque. Fueron los peores momentos de las zamoranas que veían como su rival las dejaba en 24/8 en el segundo cuarto.

Pero el descanso fue balsámico para las naranjas que ya no cederían ningún cuarto más. El tercero comenzó con un equilibrio de anotaciones y un Quesos El Pastor que administraba bastante bien las cortas ventajas que seguían manteniendo sus rivales, gracias a un intenso trabajo defensivo que les permitió llegar al minuto 30 con 58-52. El cuarto parcial comenzaba ya con un 0/7 que metió las prisas en el cuerpo al Campus Promete. Primero fue Natalie Van den Adel, la que puso de nuevo por delante al equipo zamorano con un triple que supuso el 58-59. Como había pasado en el anterior partido contra La Seu, en los momentos decisivos, Mariona Ortiz no regateó esfuerzos y sus cuatro puntos consecutivos marcaron una primera ventaja de 58-63 que ya sería decisiva.

Andreu Bou pidió un tiempo muerto que le sirvió para acercarse a 62-65, pero ahora era Sandra Pirsic la que mantenía un altísimo nivel aportando otros cuatro puntos consecutivos, y el partido terminaba con una gran exhibición de Natalie Van den Adel que se destapaba a falta de 1´18´´ con una canasta "a la remanguillé", y con dos triples más en los últimos segundos del encuentro.

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