La pobreza se cronifica en Castilla y León

El responsable de la Federación de bancos de alimentos de la comunidad asegura que la situación "no irá a mejor"

Una mujer pide ayuda económica en una calle.

Una mujer pide ayuda económica en una calle. / L. Z.

Efe

El 2023 ha comenzado estabilizado en cuanto al número de usuarios de los diez bancos de alimentos de Castilla y León, que en los últimos tres o cuatro meses oscilan entre los 60.000 y 62.000, aunque el año "no va a ir a mejor" con una pobreza que se cronifica en la comunidad y habrá que esperar al 2024 "para ver algo de luz".

El análisis lo hace Jesús Mediavilla, el responsable de la Federación de bancos de alimentos de Castilla y León y del de Valladolid, quien en entrevista con Efe incide en que todavía no se están viendo las consecuencias de problemas como la subida de los tipos de las hipotecas, de la energía o de la subida de la cesta de la compra por la inflación.

Menos despilfarro de comida

Esa estabilización de los usuarios se debe en parte a que las familias "despilfarran menos comida", controlan más lo que compran con lo que compensan otras subidas, explica Mediavilla.

Si antes compraban un kilo de plátanos ahora adquieren cuatro, y además las familias "van buscando las ofertas", con lo que al final el gasto en alimentos baja y se puede dedicar a otras necesidades. "No es que se coma peor, es que se tira menos", advierte.

Estirando el dinero

No ha subido la demanda en los bancos de alimentos de la comunidad "porque la gente hace sus cálculos y hace que el dinero le dé mas de si" pero con una "cronificación de la pobreza", ya que esos costes de luz, alimentos o vivienda suben para todos y a los que cobran la renta garantizada o salarios de 1.000 o 1.200 menos les afecta más. "Afecta más a los más desfavorecidos", insiste Mediavilla.

Las familias "que son pobres, sus hijos nacen pobres", lamenta el responsable de la Federación de Bancos de Alimentos de la Comunidad, quien explica que todos, incluidas las administraciones, están volcadas para llegar a atender a todas las familias que lo necesitan.

Aumento del número de migrantes

Mediavilla precisa además que lo que sí se ha producido es un aumento del número de emigrantes que recurren a los bancos de alimentos. "Colombianos, argentinos que vienen sin nada a que agarrarse pensando que aquí tienen una vida mejor que en su país y con unos pocos ahorros que se gastan enseguida".

En cuanto a la situación de los bancos de alimentos de la comunidad, la gran recogida "en caja" entre final de noviembre y principios de diciembre ha sido un "éxito", con un 20 por ciento más que lo que se recogió con esa misma iniciativa en el 2021.

Los 850.000 euros

En total, en los diez bancos de alimentos de la comunidad, uno por cada una de las 9 capitales más el de Ponferrada, se reunieron 850.000 euros, con la modalidad de recogida de donaciones de dinero en caja que se puso en marcha con el COVID. Solo el banco de Ponferrada tiene un modelo mixto que también recoge alimentos.

La gran ventaja de este modelo de recogida es que permite ir comprando alimentos a lo largo del tiempo y no llegan todos de golpe, con lo que con ese dinero se podrán afrontar las necesidades de seis o siete meses, detalla Mediavilla.

A pesar de ese estancamiento de los usuarios, el año "a mejor no va a ir", y en este 2023 "habrá que aguantarle manteniendo la solidaridad" ya que a su juicio hasta el 2024 "no se verá algo de luz".

Hasta 26 alimentos básicos, incluidos algunos precocinados, ofrece en concreto el banco de alimentos de Valladolid, para llegar a las familias más vulnerables y especialmente a los niños.

En el 2023 se va a añadir el problema de que el Fondo Europeo de Atención a los Desfavorecidos que atiende entre diez y doce alimentos básicos, de mayo a octubre dejará de suministrar leche y aceite, con lo que parte de ese dinero recaudado en la gran recogida deberá destinarse a esos productos.