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El presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se preguntó ayer en Valladolid "a ver cómo acaba" lo que en un principio fue "una traición, luego un fichaje estrella y al final un pucherazo". Como ya dijo hace unos días en relación a la salida del PP de la que fuera presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, para recalar en Ciudadanos, "lo que mal empieza, acaba peor" y auguró que "el tiempo pone a cada uno en su sitio".

Frente a esta situación, que en las últimas semanas ha estado marcada por "insultos y ataques" hacia el presidente de los populares de Castilla y León, Fernández Mañueco garantizó a los militantes que se dieron cita en el patio del hotel Meliá Recoletos en un acto público del partido que contó con la presencia del presidente nacional, Pablo Casado, que está "donde estaba", que es a su lado, donde quiere continuar "ahora más que nunca" porque calificó al Partido Popular como su hogar "con la causa colectiva y de todos nosotros que se llama Castilla y León y España".