El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, ha reconocido que el Sacyl ha paralizado el uso del nuevo sistema electrónico de visado de recetas hasta que encuentren la manera de que no interfiera con el programa Medora, que sirve a los sanitarios para acceder el historial clínico de los pacientes desde cualquier punto de la comunidad.

Esta situación, de incompatibilidad entre los dos recursos digitales, ha llevado a la Administración a que se rehabilite el formato utilizado hasta "hace unos meses" en las recetas, a la espera de dar con la solución para que convivan los dos servicios, ha puntualizado Sáez Aguado.

El "hartazgo" de los profesionales, como denuncia la oposición, se ha plasmado en la presentación de 5.000 quejas ciudadanas por parte de la Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de Castilla y León (Cavecal).

El gerente de Sacyl, Eduardo García Prieto, justificó ayer ante la Comisión de Sanidad los fallos y problemas informáticos que se han registrado en el último año en los centros de salud por la actualización del sistema Medora, debido a la necesidad de contar con una herramienta potente capaz de dotar al sistema de una historia clínica electrónica única; accesible de manera inmediata desde cualquier centro y nivel, no sólo en Castilla y León, sino también, en un futuro, en el conjunto del país; interoperable e interconectada con los servicios sociales.

Las cifras, las "oficiales de la Junta", no convencieron al portavoz del Grupo Mixto, José María González, ni al procurador socialista y médico de profesión Fernando Rodero, para quienes es imposible atender adecuadamente a los ciudadanos con el actual sistema informático que "se cae sistemáticamente" y que ha provocado hartazgo entre los profesionales. Y todo, dijo Rodero, cuando se han gastado diez millones en esta aplicación. Pese a ello, añadió que sobre todo en el medio rural todavía se siguen escribiendo a mano los informes y los profesionales no tienen la posibilidad de comunicarse informáticamente, reto que crece cuando debe ser entre médicos de autonomías diferentes.

García Prieto rebatió que, según sus datos, la inversión es de 7,32 millones de euros, con los que la Consejería ha sido capaz de poner "un sistema de historia clínica electrónica en todos los centros de salud y consultorios locales de la comunidad".