La subida del agua de la ETAP de Benavente y los Valles en el último recibo de 2023 causa inquietud municipal

La subida de la tarifa del agua a los 30 municipios de la Mancomunidad de la ETAP de Benavente y los Valles se producirá en el recibo del último trimestre de 2023. Se repercutirá el incremento de los llamados costes variables (energía, personal, reactivos y mantenimiento) y será la factura de mayor envergadura que tendrán que afrontar los ayuntamientos mancomunados, que todavía acaban de abonar el primer trimestre del pasado año.

Este último pago del agua del Tera consumida en 2023, que incorporará la liquidación de la subida precios del ejercicio, no tendría trascendencia si no fuera porque desde mediados de octubre hasta mediados de diciembre, el Ayuntamiento de Benavente permaneció desconectado del sistema y surtió de agua del Órbigo a la ciudad, según han podido constatar este periódico.

En teoría el Ayuntamiento benaventano tendría que hacer frente a los gastos fijos, pero no a los variables de al menos esos dos meses de desconexión temporal en los que no consumió agua del Tera.

Buscar fórmulas

El problema, también en teoría, es que la factura, con la subida de la tarifa, tendrían que asumirla los 29 municipios mancomunados restantes. Esta situación ha generado en las últimas semanas inquietud entre algunos de los ayuntamientos restantes (todos los demás) que reclaman una fórmula para penalizar las desconexiones o que al menos los costes que estas generan no recaigan en el resto de municipios mancomunados conectados.

En el caso de Benavente, que consume más del 50% del agua procedente de la ETAP, las desconexiones generan, también en teoría, un mayor coste a los demás, al que habría que añadir la aplicación de la nueva tarifa, que se ha incrementado un 3,07%.

Este asunto fue abordado en la última comisión de seguimiento en la ETAP de Sitrama de Tera. Acuaes admitió que la desconexión, en este caso de Benavente, “supondrá un mayor coste para el resto de comuneros”.

La sociedad pública mantiene que la forma de distribución de costes es una competencia exclusiva de la Mancomunidad. Hasta 2015 emitía una única factura trimestral sin ningún tipo de detalle respecto a la forma de distribución del importe facturado más allá de la información relativa al volumen consumido por cada municipio. En 2016 comenzó a figurar el importe repercutible a cada uno de los comuneros, incluyendo el IVA. Así lo había acordado la Mancomunidad, que en 2018 rechazó hacer cambios.

Asamblea extraordinaria

En 2014 Acuaes propuso un "Protocolo de conexión y desconexión del sistema" que contemplaba la repercusión a los municipios de los gastos asociados a la conexión y desconexión. Este protocolo fue aprobado por acuerdo de la Asamblea de Concejales de la Mancomunidad, aunque nunca llegó a aplicarse efectivamente. Acuaes mantiene que debe ser la Mancomunidad quién determine si procede cualquier variación en el procedimiento de distribución de costes, y en la última comisión de seguimiento se ofreció a prestar apoyo técnico "para modelizar los procedimientos que la Mancomunidad" pudiera plantear.

Con el regreso de las reglas fiscales, tres de los cuatro recibos del año 2023 sin abonar, con la previsión de la cancelación de deuda pendiente con Acuaes antes de que Somacyl se haga cargo de la ETAP, y el conocimiento de que en el último trimestre de agua consumida en 2023 se aplicará la subida de tarifas habiendo estado desconectado el Ayuntamiento benaventano, hay municipios que podrían verse en apuros económicos. Por ello y según ha podido saber este periódico, algunos de los ayuntamientos abogan por aclarar defintivamente la situación de las desconexiones en una asamblea extraordinaria de concejales.

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