El sector agrario anticipa «una protesta masiva» para hoy en Zamora y Benavente

Más de medio centenar de agricultores y ganaderos cortaron ayer la autovía A-6 en Paradores de Castrogonzalo. Fue un corte pactado y previsto desde la una del mediodía. La Guardia Civil tenía controlada toda la zona con más de una veintena de efectivos de Tráfico y del Grupo de Reserva y Seguridad.

Los agricultores habían aparcado tractores en un acceso cegado próximo a un viejo club nocturno, aunque se habían concentrado en la glorieta de la carretera de Palencia, junto a un hotel. Embutidos en chalecos amarillos y portando banderas de España y Zamora llegaron caminando hasta la autovía, a la que accedieron a través de una verja rota.

Varias unidades del GRS de la Guardia Civil tomaron rápidamente posiciones en los carriles de los dos sentidos de la autovía para controlar el tráfico y evitar altercados. No los hubo. En todo momento imperó la normalidad y un cierto ambiente festivo. Algún vehículo logró al principio sortear el bloqueo por urgencia justificada, pero durante casi media hora, todo el tráfico en dirección a Madrid y al norte quedó paralizado. Las retenciones alcanzaron varios kilómetros.

Cómo la semana pasada, cuando comenzaron las protestas, los grupos de Whatsapp habían tocado a rebato. La concentración de ayer tenía carácter de recordatorio, una suerte de preludio de lo que será la jornada de hoy, que coincide con concentraciones en buena parte de Europa y se prevé más reivindicativa, más larga y «masiva».

En la de ayer inicialmente apenas acudieron un puñado de agricultores y ganaderos. Se prevén lluvias y muchos estaban faenando en el campo, terminando de sembrar. Algunos llegaron con los aperos enganchados al tractor. Al final se juntaron más de cincuenta procedentes de la zona de Castrogonzalo y Fuentes de Ropel, aunque también del valle del Tera.

«Yo les apoyo, pero saben si van a tardar mucho», inquirió un conductor a varios agricultores nada más empezar la protesta. No obtuvo más respuesta que algunas sonrisas. Alineados en filas en los dos sentidos de la circulación, los chalecos amarillos del sector primario de la comarca no corearon consignas de ningún. Se limitaron a mantener las posiciones y a charlar en corro bajo la atenta mirada de los guardias civiles.

Solo se rompió esta dinámica cuando a lo lejos se advirtieron las luces giratorias de una ambulancia. La Guardia Civil abrió paso a los vehículos que la taponaban primero para que pudiera pasar. Los agricultores se avinieron al desbloqueo y aplaudieron cuando el vehículo sanitario superó la zona.

«Se trata de que todo el mundo sepa que estamos protestando, de que los medios tomen fotografías y que graben el corte, no de hacer la puñeta a nadie», explicó un agricultor. Los conductores a los que les pilló el parón hicieron de la necesidad virtud. Algunos se bajaron de los vehículos. Observaban unos, otros aprovecharon para comer un bocadillo.

En la franja del bloqueo, un agricultor montó un tractor de juguete con una bandera zamorana colocada a guisa de estandarte. Otro le fotografiaba ante la mirada sonriente del resto. Este ambiente festivo predominó durante el tiempo que duró la protesta.

De esta se sabe, de forma resumida, que el sector reivindica precios más justos, pero la tabla de peticiones a la Unión Europea y al Gobierno de España pasa por la derogación o modificación de una decena de directivas comunitarias, leyes y decretos de variada condición. Van desde las políticas por el cambio climático, la ley de Bienestar Animal, o el marco regulador de los fitosanitarios, entre otras.

Cumplidos los 30 minutos pactados del corte de la A-6, los concentrados se fotografiaron y abandonaron pacíficamente la autovía. Camioneros y conductores de turismos pitaban indistintamente en señal de apoyo y aprobación al pasar a su altura.

Suscríbete para seguir leyendo