A los problemas que atraviesa el vacuno y el ovino de leche, la Alianza UPA-Coag suma ahora la situación "límite y de ruina" en la que denuncia se encuentran los ganaderos de caprino lácteo de Castilla y León como consecuencia de los precios que vienen percibiendo a lo largo de todo el año. La organización agraria apunta a una situación "sumamente grave si tenemos en cuenta que siguen en caída libre a pesar de encontrarnos actualmente al inicio de una nueva campaña y por lo tanto en unos momentos en los que teóricamente deberían subir las cotizaciones".

La Alianza alerta sobre un "empeoramiento día a día hasta el punto de que hay ganaderos que actualmente están percibiendo el bajísimo precio de 50 céntimos de euro por litro, que significa estar trabajando por debajo de los costes de producción".

Indican que desde hace dos años "las cotizaciones han experimentado una bajada continua casi mes a mes, y si comparamos octubre del 2015 con octubre del 2016 el precio del litro de leche ha caído, de media, 0,25 euros".

Las multinacionales

Las dos organizaciones agrarias ponen el acento en las grandes empresas asentadas en España, "entre ellas la multinacional francesa Lactalis, las que marcan la tendencia que siguen otras de menor tamaño a la hora de fijar los precios a los ganaderos". Y denuncia la situación de "dominio y abuso" que ejercen estas macroindustrias contra el sector productor, "que sigue siendo víctima de la condescendencia que tiene el Gobierno central, a través de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), con dichas empresas".

Ante esta situación, la Alianza exige tanto a la industria como a la Administración "medidas concretas para hacer viable un sector clave en nuestra región como es el caprino lácteo, y para ello urge fomentar contratos a largo plazo, que doten de estabilidad y rentabilidad a las explotaciones, y campañas de promoción de los quesos de cabra".