La línea ferroviaria que une Zamora y La Coruña tiene cuatro cambios bruscos de velocidad, a los que hay que sumar tres más en la línea que enlaza la capital zamorana con Medina del Campo, tramos que ya se encuentran señalizados por el Ministerio de Fomento. Así lo refleja la auditoria de la red ferroviaria que el ministerio dirigido por la zamorana Ana Pastor realizó después de la tragedia de Angrois -donde hace un año descarriló un Alvia causando la muerte a 79 personas- y que localizó 349 puntos de este tipo en todo el país.

Fomento puso en marcha un paquete con una veintena de medidas tras el accidente de Santiago de Compostela. Una de las primeras fue la revisión del cuadro de velocidades máximas de todas las líneas para instalar en los puntos necesarios nuevos cartelones de aviso de cambio de velocidad, así como balizas (ASFA) de frenado automático. En paralelo inició la identificación de puntos con transiciones significativas de velocidad en líneas con una velocidad superior a los 160 kilómetros por hora.

En el cuadrante norte y centro, las líneas, que conectan la Comunidad con Madrid, Galicia y la cornisa cantábrica -las que transitan por Castilla y León-, se suman en conjunto 58 puntos con una reducción brusca de la velocidad, según recoge un estudio de ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) sobre estas transiciones significativas de velocidad para la actualización del cuadro de velocidades máximas. De ellos, la mayoría pertenecen a la línea Madrid Chamartín-Hendaya, de más de 600 kilómetros de longitud. La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios ha explicado que en estos puntos con cambios significativos de velocidad no ha habido accidentes "porque probablemente son tan antiguos que son conocidos por todos", mientras que los maquinistas "no conocían tan bien la curva de Angrois".

Limitación

Por otra parte, ADIF ha reforzado las limitaciones de velocidad en 14 puntos de las líneas ferroviarias de la comunidad. De esta forma, ha convertido las limitaciones de velocidad, señalizadas en las vías, en las velocidades máxima del tramo. Esta medida afecta sobre todo a la red ferroviaria de Valladolid, a donde llega el corredor de alta velocidad procedente de Madrid, que utilizan algunos trenes en su recorrido hacia Galicia, Asturias, Cantabria o el País Vasco. En lo que afecta a la provincia, según los nuevos límites, los trenes no podrán rebasar los 100 o los 140 kilómetros por hora, según tramos.

Fomento también trabaja en el desarrollo del sistema ASFA digital para que cuente con mayor capacidad de transmisión de información entre la vía y el tren. La homologación definitiva de las balizas finalizará en julio del próximo año.