El informe elaborado por La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) concluye que España se encuentra en el penúltimo lugar de los 23 países que analiza en comprensión lectora, y en el último en matemáticas, un resultado que los expertos relacionan con la falta de medios, económicos, materiales y personales, en el sistema educativo.

El informe deja en peor posición al colectivo de adultos, a partir de los 16 años, que presentan peores resultados que los estudiantes más jóvenes. Precisamente, desde el Centro de Adultos de la capital advierten que la formación que ofrecen «debería ser mucho más concreta y tendría que incluir la etapa del Bachillerato», lamenta el director, José Bécares, que echa de menos el planteamiento de estas clases para adultos años atrás, «cuando se tenía un concepto más amplio de la educación y también se tocaban temas como la animación sociocultural, ahora el sistema solo se fija en la normativa y es muy rígido», explica.

Los datos que se desprenden del informe, una especie de estudio PISA, pero para los adultos, no gustan al responsable educativo del centro, pero tampoco le cogen por sorpresa. «Algunas personas de las que tenemos aquí se ponen a leer, y cuando llegan a la tercera línea tienen que volver a empezar, porque ya se han perdido», explica Bécares, que considera un error, «más de la sociedad que de la educación, la baja formación que presentan los españoles. «Impera la ley del mínimo esfuerzo, y cuando le pides a alguien más trabajo, se echa para atrás», comenta, aunque no olvida a ese 25% de alumnos que se supera en sus estudios, «algunos incluso han venido medio obligados, pero logran sacarse los título y mejorar».

Eso sí, el director es consciente que de esa cifra, solo el 5% puede seguir con sus estudios, ya que «hay prioridades y tienen que dar de comer a sus hijos», afirma.

El Centro de Adultos de la capital es el único de la región que no cuenta con sede propia y sus aulas, de pequeño tamaño, «no pueden albergar a todos los alumnos que solicitan una plaza», confirma el director. De las 88 personas que han pedido plaza para entrar a primer curso de la Educación Secundaria para Adultos (ESPA), solo 35 han conseguido ser admitidos, ya que el centro no puede dar cabida a más alumnos. Aún así, «si tuviéramos más espacio, tampoco podríamos atender a muchos más por la falta de profesores para impartir las materias», concluye el docente.

La falta de competencias que se le atribuye a los españoles tiene sus consecuencias en la vida diaria, y suponen, por ejemplo, que la mayoría se pierde a la hora de leer un texto como «El Quijote», no comprende la factura de la luz o le cuesta calcular el precio final de una compra en el supermercado.

Unos resultados negativos que vuelven a remover los cimientos del sistema educativo español, que no se encuentra precisamente en su mejor momento, con una huelga convocada para este mismo mes.