Rufo Martínez: "Seguro que la elección de la persona que hará el Juramento no gustará a todos"

-¿Cómo ha recibido la negativa del alcalde a realizar la plegaria del Juramento?

-Como presidente, respeto la decisión personal de Francisco Guarido. Personalmente, me da pena que el alcalde de mi pueblo no cumpla una tradición que comenzó en 1947.

-¿Cree que es coherente realizar el Juramento si las creencias personales están en contra?

-Las creencias están en el ámbito personal e íntimo. El ejercicio institucional de un cargo es una cosa distinta. Nosotros seguimos lo que dicen los estatutos de la cofradía, que prevén la posibilidad de la renuncia y facultan a la junta directiva para que designe a otra persona. Pensamos en alguien, lo invitamos y, una vez que nos dé su aprobación, lo anunciamos a los hermanos en la asamblea.

-¿Qué tipo de persona será ese "alguien"?

-Una persona que proceda de cualquier ámbito, salvo de la política en activo. No queremos enfrentar un político a otro que ha dicho que no previamente. En años venideros, veremos. Así que nos queda la cultura, la economía, la empresa o la Administración pública siempre y cuando la persona sea de Zamora.

-¿De dentro de la Semana Santa?

-Zamorano por principio, reconocido en su ámbito profesional, que tenga unas creencias religiosas firmes, dado que va a hablar delante de un Cristo. Hay muchas personas que tienen una valía importante, pero no pretendemos que sea alguien popular; para nosotros es más importante que sea reconocido en su ámbito profesional, que tenga algo que aportar a la hermandad y que nos haga el honor de hacerlo.

-¿Cuál es el sentido del Juramento?

-Primero, el alcalde no jura nada, solo pronuncia una plegaria. Quienes juran son los hermanos ante la pregunta del obispo. El alcalde realiza la plegaria porque es quien mejor representa a los ciudadanos y así ha sido desde que se instituyó el acto, en 1947.

-¿Cree que la negativa de Guarido va a deslucir el acto?

-Ya veremos. El alcalde le da un lustre especial al acto, pero ese valor también lo puede aportar otra persona. Habrá que mirarlo desde otra óptica.

-¿Siempre ha sido el regidor el protagonista desde 1947?

-No he visto ningún documento que diga que el acto se interrumpa alguna vez. El primer alcalde democrático que lo hizo fue Victoriano Martín Fiz. Después vinieron Andrés Luis Calvo, Antolín Martín, Antonio Vázquez y Rosa Valdeón. Todos aceptaron la invitación de la cofradía.

-¿Entiende que critiquen a Guarido?

-A todo el mundo con relevancia se le critica, va en el sueldo. Habrá gente que no entienda por qué el alcalde de una ciudad semanasantera no se presta a este acto, pero también habrá quien lo alabe.

-¿Es el mismo caso que la presencia de políticos en las procesiones?

-El Santo Entierro invita a las corporaciones y nosotros, no. En los dos casos, los servidores públicos deben ejercer la representación en Semana Santa porque la mayoría de los ciudadanos se declaran católicos.

-¿Hay que ser católico para desfilar?

-Para ser hermano de la cofradía, lógicamente sí que es necesario cumplir unos requisitos mínimos. Para desfilar como representante público, nunca hubo una exigencia de nada. Se va en representación de todos.

-A mucha gente le disgusta ver los políticos en las procesiones...

-Es respetable. Habrá gente que no lo vea bien. Lo sano es que la gente se exprese.

-¿Cree que esta solución va a satisfacer a los hermanos?

-Al cien por cien, seguro que no. Antes, con el alcalde no teníamos que elegir a nadie.

-El teniente de alcalde, Antidio Fagúndez, se ofreció públicamente...

-No hemos recibido ninguna comunicación por su parte, lo único que sé es lo que he leído en la prensa. Este primer año, queremos evitar miembros del ámbito político en activo. No se trata de que Antidio Fagúndez tenga más o menos méritos, pero está dentro del grupo que queremos evitar para que no haya enfrentamientos. Una vez que se produzca el Juramento, veremos si hemos acertado o no.