No es un establecimiento al uso. Se trata del llamado Club de los 60 del que participa un importante número de socios en toda la Comunidad. Entiendo que es un invento estupendo a tenor de lo que dicen sus usuarios. Este Club consta de distintos programas la mar de interesantes. No obstante, hay dos sobre los que sus socios hacen recaer su atención preferente: Viajes y Termalismo.

El invento no puede ser mejor. A partir de los sesenta, y una vez que se hagan socios de tan concurrido Club, pueden aspirar a conocer la práctica totalidad de países de Europa y países incluso de otros continentes. Hasta ahí todo estupendo. Lo malo viene cuando quienes así lo solicitan se quedan sin plaza, viendo que algunos compañeros de viaje repiten y ellos se quedan a dos velas.

La cuestión ha debido tener sus más y sus menos hasta el punto de que ha sido necesaria la intervención de ese hombre afable y eficiente que es el Procurador del Común. Ya digo, mientras unos repiten e incluso "tripiten", otros se quedan a verlas venir. Hasta el punto de que en esta ocasión y de una sola tacada 14.000 persona se quedaron sin poder acceder a uno de estos viajes mientras que casi un millar repitió.

Con la solvencia que le acredita el Procurador del Común ha instado a la Junta de Castilla y León a dos cosas, a que realice una mejor gestión de las tremendas listas de espera y la más lógica que incremente el número de plazas para los viajes de tan selecto Club. Las dos medidas son de recibo. La Junta no puede mostrarse tacaña con este tema. Tiene que aumentar el número de plazas de forma proporcional con respecto al número de socios y, obviamente, gestionar la adjudicación sin amiguismos, sin nada que parezca raro u obscuro.

La Junta no tiene solo que ser transparente, tiene que parecerlo y en el caso de las adjudicaciones, algo falla, algo sale mal, algo está ocasionando el enfado de los socios perjudicados. No es de recibo que al igual que ocurre con la Sanidad Pública, también en esta materia haya listas de espera. Aumenten ustedes la oferta de plazas. No oferten treinta mil tan solo cuando hay más de cincuenta mil peticiones. Castilla y León es la comunidad más grande de España aunque también, posiblemente, la menos poblada, pero ya que se hurtan tantas ventajas a sus habitantes que sólo parecen encontrar inconvenientes por doquier, denles alguna satisfacción, aunque sea esta.

Mejoren la oferta, no sean cicateros y procuren contentar a todos. Es más fácil de lo que parece pero es preciso tener la voluntad necesaria. Es cierto que el Club de los 60 está concurridísimo, no se les vaya a ocurrir poner "numerus clausus", sólo tienen, desde el rigor que se les supone, incrementar el número de plazas como vengo repitiendo.