Pues ni de ciencias ni de letras, porque de atender al informe Pisa, elaborado por la OCDE, resulta que los españoles somos igual de negados para ambas materias. Si ya han preocupado y se han debatido anteriores estudios semejantes referentes a la población escolar y estudiantil, las conclusiones de este informe que se ha llevado a cabo consultando a más de 150.000 personas de 23 países de todo el mundo: europeos, americanos y asiáticos principalmente, y entre ellos más de 6.000 compatriotas, todos en edades entre los 18 y los 65 años, suponen algo así como la puntilla en cuanto a materia educativa y todo cuando se puede derivar de la misma, y la reflexión, una vez más, respecto a la necesidad de cambiar un estado de cosas, que por motivos fundamentalmente políticos, parece ir de mal en peor.

Resulta que España suspende pero del todo tanto en matemáticas como en comprensión de lectura, pues si en lo primer somos los últimos, en lo segundo, en lo referido a la lengua y la literatura, somos los penúltimos. Todo un récord, sí. Se entiende un poco más lo de los números pero bastante menos lo de las letras. Porque parece que son muchos quienes se consideran incapaces, por no entenderlo, de leer un libro largo y que apenas un 30% es capaz de asimilar cuanto lee, una vez que se traspasan los límites del par de frases. Y los mismos porcentajes, sobre poco más o menos, se dan en cuanto a las matemáticas en las que una mayoría apenas si es capaz de pasar de los cálculos más sencillos, quedando para minorías extremas y privilegiadas la comprensión y el manejo de tales materias numéricas.

El resultado no deja de ser un tanto vergonzoso, con todas las reservas que se quiera hacia el informe en cuestión. Menos mal que en cuanto a la población estudiantil, aun sin brillar, se mantiene España dentro de niveles más dignos y aceptables, según anteriores estudios de la OCDE, aun con muchas variaciones entre las diversas áreas educativas e incluso entre las regiones, donde por cierto Castilla y León supera la media nacional, lo cual es agradable de constatar. En cualquier caso, los políticos no han querido dejar tamaña ocasión para echar su cuarto a espadas, culpándose unos a otros. Claro que lo que de verdad gustaría a muchos ciudadanos es el que informe ese se realizase solo entre quienes viven de la política. Habría sorpresas y habría risas, aunque su mediocridad es bien conocida y sufrida.

Desde el Ministerio de la Educación y otros asuntos se ha salido al paso de esta sacada de colores replicando que la culpa es de los socialistas que fueron quienes hicieron las reformas de la Logse y la LOE que tanto ha degradado el nivel educativo español. Y se está en lo cierto. Pero también de la situación cabe culpar, hay que culpar, a un PP que en cuanto ha llegado al poder ha arremetido contra todo lo que hicieron sus antecesores, cambiando, muchas veces a peor, todo lo legislado por el PSOE. Y así no hay quien pueda resistir el mantener unas calidades mínimas y necesarias en una enseñanza que se mueve a uno u otro lado según de donde provenga el viento político, a bandazos y a la baja. Contaremos con los dedos y leeremos eslóganes en el móvil. En fin, que entre todos la mataron y ella sola se murió.