Bueno, pues es lo que faltaba, que tras el show montado por Adeiza con el Plan de Urbanismo de Zamora a cambio de la Fundación Ortega y Gasset, ahora resulte que ni siquiera a los propios órganos directivos de la Fundación les acaba de convencer el acuerdo forzado por los independientes con la Junta y el Ayuntamiento de la capital hasta el punto de que dudan de que llegue a convertirse en realidad, algo en lo que, por cierto, coinciden muchos zamoranos.

Y es que ni el fin justifica los medios ni todo vale en política, ni en la vida. Importantes declaraciones las que ha efectuado al periódico el secretario de la Fundación, con sede en Madrid, que no ha tenido empacho en reconocer que ve muy difícil que la Junta y el Ayuntamiento impulsen de verdad el instituto de la Fundación pues advierte falta de voluntad para ello en el PP y más concretamente en la Administración regional. Aseguran que ni siquiera se les ha informado por su parte del pacto entre el equipo de gobierno municipal y los dos concejales independientes que posibilita la ubicación de un instituto interuniversitario de la Fundación, la gran obsesión de Adeiza.

Hay otro punto en todo este asunto, tan surrealista por la forma en que se viene desarrollando, que parece determinante, y es la necesidad de que una universidad respalde la implantación del futuro centro, cuestión imprescindible para regularizar los cursos que puedan impartirse así como para otorgarles validez académica. En este sentido, el secretario de la Fundación ve a la Universidad de Salamanca dando largas al asunto, lo mismo que la Junta, lo que a su juicio implica que no están por la labor.

Pero todavía hay otro aspecto más, al que se puede llegar, o no, como lectura de fondo de las palabras del alto cargo de la Fundación, y es que da la impresión, de alguna manera, de no estar demasiado satisfecho de cómo se ha desarrollado todo este asunto que ha estado politizado de principio a fin y que lo sigue estando. Parece evidente un fondo de malestar en el seno de la Fundación, que tal vez no se concrete exclusivamente en la Junta y en el Ayuntamiento de la capital pese a las acusaciones hechas de que aun contando con el reconocimiento oficial del pacto se continúa, en el fondo, igual que hace tres años. Que fue cuando aparecieron los dos ediles de Adeiza con su cansino tema bajo el brazo.

Por el contrario, el portavoz de los independientes, que resta importancia a las declaraciones efectuadas por el responsable de la Fundación aunque reconoce el malestar latente en ellas, se muestra impenitentemente optimista, hasta el punto de que confía en que en octubre el instituto interuniversitario esté en marcha. Lo que no se cree ni él, claro. Bastaría con que recordase Mateos el trato que ha recibido del PP en anteriores ocasiones, bastantes años atrás. Pero ni siquiera lo de la universidad será problema para el animoso concejal de Adeiza que piensa que si Salamanca no quiere no faltarán otras universidades de la región para respaldar el proyecto. Cosa de la que cabe dudar por bastantes razones. Pero, en fin, esperemos que todo se vaya solucionando y que el culebrón tenga un final feliz.