El FS Zamora vence y convence en casa mostrando las credenciales que todo el año defenderán los pupilos de Chema Sánchez. El equipo apretó mucho en defensa y creció, con el paso de los minutos, en ataque, hasta acabar pasando por encima al Ventorrillo en un segundo tiempo en el que los zamoranos tuvieron ocasiones, incluso, para haber aumentado la goleada.

El partido empezó con los zamoranos apretando la salida de balón de Ventorrillo y robando balones cerca del área de Buxi. Sergio Simón fue el encargado de abrir la lata después de varias aproximaciones de los locales.

No le pudo durar mucho la alegría a los zamoranos ya que, a la contra, los gallegos intentaban hacer daño y en una jugada de mala fortuna, Mario se introducía el balón en su propia portería.

Este inconveniente no cambió los planes de los zamoranos, que daban entrada a los primeros integrantes de la segunda unidad y en una buena jugada de equipo Aitor Moreira volvía a poner por delante a los suyos. A partir del minutos 10 del primer tiempo el partido se enrocó con los gallegos cerrados en diez metros y los zamoranos demasiado acelerados, lo que llevó a que se vivieran minutos de poco fútbol sala y menos ocasiones.

El paso por vestuarios le sentó bien a los rojiblancos que volvieron a apretar en defensa y a intentar ahogar a los gallegos. La presión surtió efecto en un robo de Alberto Esteban que los rojiblancos aprovecharon para combinar al primer toque y dejar a Matos marcar a placer en el segundo palo.

El 3-1 le hizo mucho daño s Ventorrillo, que bajó en intensidad y vio como en una jugada de estrategia Pablo Blanco hacía el cuarto casi de seguido.

Hubo una mínima reacción visitante con el 4-2 de Andresín en la jugada siguiente a la del gol de Pablo pero Gorroño respondió poniendo, de nuevo, tierra de por medio.

Lo iba a intentar Ventorrillo con portero jugador pero, igual que pasara contra el Universidad de Valladolid, los rojiblancos no permitieron ninguna ocasión en la defensa del cinco para cuatro y aprovecharon cada pérdida para golpear hasta el 8-2 definitivo.

El autor de los tres tantos finales fue un Sergio Hernández que celebró con rabia el primero de los tres después de haber tenido un par de ocasiones claras y no poder rematar.

El técnico zamorano valoraba positivamente un partido en el que había habido "algunos fallos defensivos" que podrían costarle puntos en otras ocasiones pero en el que los zamoranos se mantienen en la línea de crecimiento que esperaba Chema Sánchez. Pese al resultado, el salmantino resaltaba la "dificultad" para superar la defensa gallega.