El K-4 español ha finalizado en quinta posición la prueba de 1.000 metros de los Juegos de Río de Janeiro, en lo que fue la última competición de piragüismo en aguas tranquilas de la cita brasileña.

El equipo español, formado por Javier Hernanz, Rodrigo Germade, Óscar Carrera e Íñigo Peña, deslumbró en las semifinales con el segundo mejor tiempo de su serie, pero estuvo lejos de los metales en todo momento.

Alemania gobernó la prueba con puño de hierro y lideró los cuatro parciales. El cuarteto germano, que fue cuarto en Londres, pudo desquitarse de la medalla perdida en 2012. La plata correspondió al equipo eslovaco, gran favorito, y el bronce se lo quedó la República Checa.

España fue de menos a más, pero su progresión no sirvió para soñar con el podio en su primera participación olímpica en dicha disciplina. Después de pasar séptimos en el ecuador de la prueba, Hernanz, Germade, Carrera y Peña subieron hasta la quinta y rozaron la cuarta posición.