El entrenador del Bembibre, Chiqui Barros, reconoció que el partido de ayer tuvo dos vertientes: «En los dos primeros cuartos, sobre todo en la salida, Zamora tuvo el control siempre y creo que la clave estuvo en que nosotros tuvimos la suficiente fe y la fortaleza para seguir luchando y no dejar que se abriera la ventaja trabajando mucho. Así conseguimos llegar al descanso con una ventaja muy razonable para lo que había sido el desarrollo de la primera parte». Barros no regateó méritos a sus jugadores porque «venimos de jugar fuera dos malos partidos, no tanto el de Burgos aunque el equipo no estuvo como a mi me gusta a la hora de competir, pero sí el de Galdakano. A nosotros nos cuesta jugar fuera por el tipo de equipo que somos y, aunque hemos ganado en La Seu, estamos mostrando un equipo muy competitivo en casa. Hoy además teníamos la presión deportiva que podíamos dar un golpe hacia arriba o irnos de vacaciones en una buena situación pero no tan bien como podríamos».

El entrenador gallego continuó analizando la segunda parte en la que «fallamos cosas muy fáciles debajo del aro en los primeros minutos, pero jugamos muy bien. La defensa se ajustó muy bien, no le dejamos jugar a Ana Suárez, defendemos muy bien a Alverson, y encontramos la manera de jugar dentro y abriendo mucho el campo que permitió que Montenegro y Lipkaine pudieran anotar mucho y encontramos espacios para Ana Gómez o Rosó. Es evidente que hubo un momento cuando se lesionó Pirsic, sabíamos que teníamos que hacer más daño dentro pero así es el deporte».