En un día tan importante para el Zamora Club de Fútbol, Agustín, como capitán del equipo, era el más indicado para expresar las sensaciones del vestuario y del equipo tras conseguir la salvación en la Segunda División B, en el último duelo ante la Sociedad Deportiva Ponferradina.

El jugador de Peleagonzalo ha sido uno de los más destacados en el tramo final de campaña, y el lo achacaba a la llegada del nuevo entrenador: «La llegada de Iñigo ha sido muy importante para todo el equipo y también para mí. Con el anterior entrenador no tenía confianza y estaba pasando malos momentos en el terreno personal, pero cuando llegó Iñigo me dio muchas más responsabilidades y me puso al frente del equipo, tanto dentro como fuera del campo. Está claro que me gustaría tenerlo aquí para la próxima temporada pero eso no depende de mí, y tampoco de él ahora, porque el club tendrá unas elecciones por medio», decía Agustín en un gesto claro de agradecimiento al entrenador.

Sobre la salvación del equipo in extremis, el mediocentro era sincero: «La salvación es muy importante para todos, pero para mi es tremendamente especial por ser de la casa. Al principio de temporada todos pensábamos en cotas mayores y en acabar mucho más arriba en la clasificación, pero poco a poco fuimos viendo que las cosas se complicaban. Tuvimos que cambiar nuestra mentalidad y sobre todo salir de una situación complicada. Ha costado mucho pero gracias a Dios hemos podido lograrlo», aseveraba uno de los jugadores más queridos por la afición del Ruta de la Plata.

Al igual que a su compañero Iker Alegre, Agustín fue preguntado sobre la nota que le ponía a su equipo esta campaña, pero no quiso hacerlo: «Dejémoslo en que ha sido una temporada difícil porque estábamos preparados para otra cosa. Al final asumimos nuestro rol y lo sacamos adelante».

También era el momento de hablar del futuro, puesto que Agustín será uno de los que se quede, ya que tiene contrato. «Yo aún tengo contrato en Zamora y espero que a partir de ahora volvamos a los objetivos importantes y ambiciosos. Estoy convencido que el año próximo será diferente y volveremos a pelear por estar arriba como lo hemos estado con anterioridad. Esta temporada ha sido de excesivo sufrimiento y queremos volver a ser un equipo que luche para ascender. Creo que este año no teníamos un mal equipo pero el problema ha venido a la hora de gestionar los recursos. Los dos entrenadores que nos dirigían no supieron gestionar bien lo que tenían y creo que la llegada de Liceranzu ha ayudado a que sacara el potencial que todos nosotros teníamos. Ha tenido paciencia para sacarnos de una situación difícil» decía de nuevo en alusión al buen trabajo realizado por Liceranzu tras el paso de otros dos técnicos: Rícar y Beto.

También era el momento de recordar las penurias que había tenido que aguantar el equipo en esta temporada tan complicada: «Para mí, ha habido dos momentos muy malos esta temporada en el terreno deportivo: la pitada que nos hizo la afición cuando salimos al partido contra el Compostela, y la derrota ante el Osasuna B cuando nos jugábamos muchas cosas. En lo personal también han existido cosas malas, pero prefiero no recordarlas», seguía explicando en sala de prensa el capitán del Zamora Club de Fútbol.

Por último, confesó que en algún momento se perdió la fe: «Ha habido momentos en los que el pensamiento del vestuario era de que el descenso estaba consumado, pero afortunadamente supimos reponernos», finalizaba el capitán del Zamora Club de Fútbol que el año que viene volverá a vestir de rojiblanco.