La comarca registró en el día de ayer unas copiosas precipitaciones, -en algunos pueblos como Alcañices se llegó hasta los 54 litros por metro cuadrado-, lo cual convierte al 8 de octubre de 2014 en el día más lluvioso de los últimos doce años, todo ello coincidiendo con la declaración oficial de "alerta amarilla" en España, que convirtió a la villa en la protagonista del "Tiempo" en los telediarios de las principales cadenas de televisión públicas y privadas del país. La conocida como la "Raya Seca" se convirtió por una jornada en la más húmeda de la Península Ibérica.

Entre las media noche (final del martes) y las 12 de la mañana de ayer miércoles las precipitaciones sumaron 42,8 litros y a las 5 de la tarde ya se habían alcanzado los 54 en Alcañices y los 50,4 en la otra Estación Meteorológica que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) tiene situada en las inmediaciones de la localidad de Vivinera hacia Portugal.

"Ha sido una noche y un día muy lluvioso, con el agua muy repartida. Ha caído mucha. Creo que es uno de los días que yo más he visto llover y mira que he aguantado temporales en el campo" aseguraba emocionado Tomás Castaño Fernández, agente forestal del antiguo Icona y de Medio Ambiente jubilado, mientras recogía los datos, como hace cada día, de su estación en Alcañices.

En lo que va de año la jornada más lluviosa correspondía, hasta ahora, al invierno pasado, más concretamente al día 2 de enero cuando cayeron un total 41,8 litros por metro cuadrado.

Los datos de la lluvia varían dependiendo de la zona: la estación de AEMET ubicada en Fornillos de Aliste registraba a las 8 de la mañana unas precipitaciones de 19,7 litros y a las 17.00 horas sumaba 38,6.

Hacia el sur llueve menos. En lo que va de año se han registrado 104 litros en enero, 110 en febrero, 33 en marzo, 36 en abril, 38,6 en mayo, 27,8 en junio, 26 en julio, 14 en agosto y 60,9 en septiembre, lo cual suman 450,3. La media anual suele rondar los 650 litros anuales (el pasado año se alcanzaron los 669 litros).

En pleno otoño los ríos Aliste y el Cebal siguen sin unir sus aguas en Gallegos al río Frío, que se ha mantenido con caudal durante todo el verano a pesar del calor.