Agricultores y ganaderos coincidan en señalar que el "agua ha venido muy bien caída", no obstante, a la vez apuntan que la primera consecuencia, grave, ha sido el previsible destrozo de la cosecha de uvas. En Aliste se suele vendimiar por el entorno de la fiesta de la Virgen del Pilar no obstante, ante las previsiones meteorológicas fueron muchas las familias que el lunes y el martes se dedicaron a vendimiar pudiendo salvar de esta manera la cosecha para sus vinos caseros. No obstante ya había muchas uvas dañadas por las lluvias de septiembre. En el lado positivo se muestran los ganaderos que con el agua caída queda ya garantiza la abundancia de pastos hasta la llegada del invierno y los agricultores que podrán realizar mejor las tareas de la sementera con la siembra de la cebada, el centeno y el trigo. Para los recolectores micológicos "la cosa va a ir a mejor. Las setas estaban resecas, el agua va a venir bien, si bajan algo las temperaturas" asegura Pedro Antón.