El joven Héctor Sotelo, de 23 años, apareció muerto ayer, hacia las 15.30 horas, en el interior de la caravana donde había pasado la noche, en Roelos. Junto al fallecido también fue hallado el cuerpo sin vida de uno de sus perros. El joven había dormido en la caravana que tenía emplazada en una finca de su propiedad y cuya vivienda tiene arrendada a unos vecinos de la localidad sayaguesa. Su hallazgo se produjo, según fuentes vecinales, cuando sus abuelos le echaron de menos a la hora de comer y se interesaron por él. Fueron los arrendatarios de la vivienda quienes al acercarse a la caravana se percataron del suceso. La muerte de Héctor Sotelo causó ayer una gran conmoción no solo en Roelos y Carbellino, de donde proceden sus padres, sino en toda la comarca y en Zamora, donde regentan la Cueva del Jazz.