Más de 700 personas se congregaron la noche del domingo en el Centro de Selección de la Castaña para celebrar el VII Magosto, donde además se conmemoró el V concurso de Postres de Castañas seguido de una cena popular que abarrotó la nave del centro. La tarde se presentaba gélida más que por la lluvia por el viento que azotaba la Alta Sanabria, si bien nadie o muy pocos quisieron perderse esta celebración promovida por el Ayuntamiento. Algunos de los participantes se sorprendieron de la afluencia multitudinaria y a la que no faltaron alcaldes de la Alta Sanabria y Puebla, además del diputado Provincial Manuel Santiago.

El alcalde José Ignacio González Nieto agradeció el respaldo vecinal a esta fiesta que ha obtenido el premio de la Junta de Castilla y León al desarrollo sostenible con el centro de la castaña, dotado con 10.000 euros. González Nieto repartió los méritos de la consecución de este premio con la técnico del Plan 42 de la Junta, María Turiño, una de las impulsoras de las iniciativas vecinales en el aprovechamiento de estos recursos. Pero también hubo reconocimiento y recuerdo para los vecinos que con más de 80 años siguen recogiendo las castañas «que ya tiene mérito» sentenció el edil mayor.

Los visitantes pudieron apreciar que ni todas las castañas son pilongas ni todas son iguales. Hasta ocho variedades se expusieron en la carpa instalada a la puerta del centro. Castañas con nombres tan sugerentes y de la tierra como parede, cota, rapada, xanota, peneda, inxerta, ventura y cavaxiña. La distinción de unas y otras ya son palabras mayores y parte de la ciencia de la castañicultura.

El plato fuerte llegó casi al final de la presentación con el fallo del jurado que premió el postre de las vecinas Natalia Bravo y Ana López, en un certamen que cada cuenta con más participantes, no solo mujeres reposteras sino que hasta se han animado varios hombres. Sin duda el relevo no está lejos porque de los 17 participantes de este año había bastantes niños, lo que obligará no tardando a desdoblar el certamen con una categoría infantil por el interés de niños y niñas.

Compartieron premios Marisa López y Marciala Nieto, en segundo y tercer lugar, además de las menciones especiales para Rosa García, Ana María González y Ana Alonso.

No es fácil ser jurado en un concurso de repostería aunque las directrices fueron claras, originalidad, presentación y las castañas no como acompañante, sino como ingrediente central del dulce. El Ayuntamiento quiso premiar y premió a todos los participantes con un detalle. El premio también para los espectadores que pudieron ver flanes, tartas, buñuelos, pastas, magdalenas, bollos y hasta cremas. El jurado compuesto por la experta en gastronomía, María Turiño y Ascensión Suárez del restaurante Casa Do Cura De Hermisiende lo tuvieron difícil para decidir.

La presidenta de la academia de Gastronomía de Zamora, Irene Silva, resaltó la importancia de conservar el magosto como tradición popular de estas fechas y animó a que «continúe esta tradición que es importante para mantener la cultura y el magosto, como parte de esa cultura gastronómica». Irene Silva trazó la línea histórica del magosto, celebración de la cultura celta pero que tuvo tanta importancia que se amoldó a las costumbres romanas y a la tradición cristiana posterior. Fue precisamente la experta en gastronomía quien propuso premiar también el trabajo repostero de los niños con castañas, que no es comparable al de un adulto.

«Toma Castaña» no es una chufla sino el recetario que se ha popularizado desde hace varios años entre las vecinas del municipio con recetas de toda la vida, y que además se pudo editar con la ayuda del Plan 42.

Sin duda los pueblos de la Alta Sanabria son expertos en hacer combinar de forma generosa gastronomía y música. Y así fue la noche del domingo. El grupo zamorano La Taraska Folk del Duero de Zamora y la Charanga NBA marcaron los primeros compases de la fiesta del magosto, para finalizar ya sin prisa con la discoteca móvil de Discopuebla.