El Ayuntamiento de Zamora revisa licencias de pubs y discotecas tras el incendio de Murcia

Urbanismo comprueba que los locales de ocio nocturno estén al día y cumplan la ley en medidas de seguridad y evacuación de emergencia

Zona de discotecas de la carretera de Villalpando. | José Luis Fernández

Zona de discotecas de la carretera de Villalpando. | José Luis Fernández / Alberto Ferreras

Alberto Ferreras

El trágico incendio de las discotecas de Murcia hace ocho días ha puesto en alerta a la mayoría de los ayuntamientos españoles, que se han puesto a revisar los permisos de los locales de ocio nocturno para que no haya irregularidades flagrantes como las detectadas en la tragedia en la que murieron trece personas.

En un principio, el Consistorio zamorano se había desmarcado de las medidas adoptadas tras el suceso en otras ciudades, cuyos responsables municipales se apresuraron a anunciar que iban a llevar a cabo acciones puntuales para verificar que discotecas y pubs tenían las licencias en regla. En Zamora, inicialmente el alcalde, Francisco Guarido, sostuvo hace una semana que daban por supuesto que los locales de ocio nocturno cumplían porque el nivel de exigencia desde el punto de vista administrativo es muy alto, tanto por la normativa municipal como por la de la Junta de Castilla y León.

Guarido se mostró entonces convencido de que las discotecas estarían puestas al día, lo que no quitaba para que se pudiera realizar una revisión rutinaria.

Zona de discotecas de la ciudad.

Zona de discotecas de la ciudad. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Unos días después ha sido la concejala de Urbanismo, Ana Belén González Rogado, la que ha confirmado a este diario que ese área municipal ha iniciado una revisión de las licencias para ver si todas las discotecas y pubs de la ciudad tienen los papeles en regla. La revisión se fija especialmente en los aspectos relativos a la seguridad de los locales, ya que es lo que más preocupa y lo determinante para que no se produzca una tragedia como la de Murcia.

Por el momento, el Consistorio no ha revelado los resultados de esa revisión de licencias y cumplimiento de la normativa en lo relativo a la seguridad y la evacuación de emergencia de los locales públicos de ocio nocturno.

El precedente de 2013

Esa revisión se produce diez años después de que el Ayuntamiento de Zamora, entonces en manos del PP, llevase a cabo otra campaña de inspección de locales de hostelería en zonas de ocio nocturno. Un año después de aquella campaña el Ayuntamiento llegó a admitir que había algunos locales que estaban abiertos y en funcionamiento pese a que carecían de licencia, si bien ésta se encontraba en tramitación.

En aquel entonces se pusieron de relieve las discrepancias entre la Administración autonómica y local en esta materia, ya que mientras la Junta de Castilla y León aseguraba que eran dos las discotecas que carecían de licencia, el Ayuntamiento de Zamora sostuvo que sólo era una pero se estaba tramitando su obtención.

Aunque las competencias en la materia se dividen entre ambas administraciones, son los ayuntamientos los responsables de conceder las autorizaciones y licencias de apertura y los que tienen que velar porque la actividad se ajusta a la concesión, para lo que se realizan las inspecciones oportunas.

En caso de que el Consistorio detectara alguna irregularidad grave dentro de las revisiones que lleva a cabo actualmente y fuera necesario clausurar alguno de los locales, quien realizaría ese cometido sería la Policía Municipal, según explicó González Rogado.

Por su parte, la Junta de Castilla y León es la encargada de imponer las sanciones cuando se detecten infracciones por incumplimiento de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Castilla y León. Según esta normativa, los casos más graves pueden castigarse con multas económicas de hasta 100.000 euros y conllevar incluso el cierre durante tres años del local.

La situación del sector del ocio nocturno desde el punto de vista administrativo se complica porque la pandemia abocó a algunos establecimientos a solicitar un cambio de categoría en el tipo de licencia para cumplir con las restricciones derivadas del covid.

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