La Opinión de Zamora

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Zamora se queda sin financiación para su centro de innovación “silver”

Europa reconoce la excelencia del proyecto, pero prefiere apostar por la propuesta del ICE en Valladolid, algo “sorprendente” para Requejo

Emilio Fernández, Francisco Requejo y Ana Sánchez, durante la presentación de la candidatura. | Emilio Fraile

Zamora tendrá que buscar nuevas vías para financiar su centro de innovación digital vinculado a la “silver economy”. Europa ha apartado la propuesta de la provincia, a pesar de haberla aprobado previamente y de haberle otorgado un diploma a la excelencia, según señaló esta semana el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo. Hay que recordar que la institución que él dirige capitanea el consorcio público-privado que se creó para impulsar una iniciativa que ahora deberá acudir a caminos secundarios para evitar que el trabajo realizado en todo este periodo caiga en saco roto.

Los implicados conocen la decisión desde hace tiempo, y saben también que el proyecto “silver” de Zamora ha corrido la misma suerte que la iniciativa de León vinculada a la ciberseguridad. Por el contrario, la propuesta del Instituto de Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE) sobre digitalización sí ha recibido el apoyo de la Comisión para convertirse en “el centro de innovación en la comunidad”, según dio a conocer el propio organismo al trascender la noticia. Su sede se encuentra en Valladolid.

En su momento, Requejo recibió la petición de la Junta de unir el proyecto de Zamora al del ICE, con el fin de sumar fuerzas en favor de la comunidad autónoma. El consorcio de la provincia optó por rechazar esta posibilidad, tras comprender que el centro quedaría ubicado en Valladolid. Finalmente, esa iniciativa autonómica ha prevalecido, en lo que el presidente de la diputación considera “una decisión un poco sorprendente”.

Una sesión del congreso “silver” que se celebra cada año en Zamora. | E. F.

El dirigente liberal insistió en que Europa ha reconocido que Zamora cuenta con un gran proyecto, y volvió a citar el diploma a la excelencia que no ha servido para recibir financiación: “Nos dicen que somos los mejores, que somos los más listos, pero no nos dan el dinero”, subrayó Requejo, que explicó que, desde León, han surgido voces de protesta en relación a la elección de la propuesta del ICE en lugar también de su sólido planteamiento vinculado al tema de la ciberseguridad.

Ante esta circunstancia, el presidente de la Diputación optó por mantenerse “cauto”, aunque sí deslizó que los apoyos de la Junta a la iniciativa del ICE pueden haber sido decisivos a la hora de tomar la decisión a nivel comunitario: “Todo lleva a pensar que puede ser por ahí, y es sorprendente que siempre vaya todo a Valladolid”, lamentó Requejo, que criticó que Europa mande a Zamora a “buscarse la vida” después de toda la labor llevada a cabo para impulsar esta iniciativa vinculada a la “silver” en un territorio envejecido y despoblado.

Con esa amargura aún en el paladar, en ese nuevo proceso que se abre tras el rechazo comunitario, el consorcio provincial tiene dos vías para buscar la financiación que se le ha negado inicialmente. La primera, a través de unas líneas gestionadas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; y la segunda, mediante el Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza (Poctep). La idea de los responsables zamoranos es exprimir ambas posibilidades para mantener vivo el proyecto.

Asimismo, los dirigentes zamoranos tienen claro que la estrategia “silver” seguirá adelante ocurra lo que ocurra con el centro de innovación, desde la certeza de que existen otras herramientas para cumplir con los objetivos marcados.

Cada vez nos despoblamos a una velocidad mayor y no hay trabajo para los jóvenes

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En todo caso, el descontento de los representantes de la provincia es evidente, empezando por el propio Requejo, que lamentó las circunstancias que rodean a Zamora y las dificultades a la hora de buscar ayudas: “Me remito también al tema de la fiscalidad diferenciada”, recordó el presidente de la Diputación, que subrayó de nuevo el criterio de densidad de población que deja fuera a las empresas de la zona de las ayudas al funcionamiento que sí tendrán finalmente Soria, Teruel y Cuenca.

En ese sentido, el mandatario liberal expresó la necesidad de “apretar bastante más” para conseguir que la provincia reciba determinados apoyos. “Cada vez nos despoblamos a una velocidad mayor y no hay trabajo para los jóvenes. Yo tengo que mirar por los intereses de los ciudadanos, que en el fondo son los míos propios”, argumentó Requejo, en relación a esa pertinencia de pisar el acelerador en las reivindicaciones.

En la misma línea, el presidente de la Diputación aseguró que la provincia “precisa de un mayor impulso y de un compromiso de la sociedad” para revertir su realidad actual: “Quien tenga hijos o nietos querrá que tengan oportunidades en su tierra. Hacen falta mejoras para todos y debemos trabajar sin mirar la situación con tintes electoralistas”, concluyó Francisco José Requejo.

La decepción tras el golpe recibido por “un proyecto único” a nivel comunitario

La decepción y la rabia son los sentimientos que invaden a los representantes zamoranos tras procesar la negativa de Europa a financiar el proyecto, un “no” que deja tras de sí la sensación de que la Junta de Castilla y León ha sido más un lastre que un apoyo a lo largo de todo el proceso. El presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, no lo dice de un modo tan directo ante la grabadora, pero otras personas del entorno del proyecto sí tienen la sensación de que ha habido una influencia negativa en la decisión. El lamento se intensifica al constatar que el de Zamora era “un proyecto único” a nivel comunitario. De hecho, en el momento de presentar la propuesta, el propio Requejo expresó su confianza en la “solidez” del consorcio y del contenido de la candidatura que se elevó a Europa en febrero de este mismo año.

Zamora presentó esa propuesta con el objetivo de hacerse con una herramienta que le permitiera captar fondos de cara al avance de su estrategia “silver”. Ese centro de innovación debía constituirse como “un importante punto de referencia europeo” para la prestación de servicios de pruebas, formación, desarrollo de competencias, apoyo para inversiones, creación de redes o acceso a los ecosistemas de innovación, siempre relacionados con la economía plateada. Desde Zamora, todo debía haberse organizado con una vocación regional y trasnacional. De hecho, el consorcio formado para la ocasión cuenta con empresas expertas en distintos ámbitos que le dieron empaque a la propuesta y que le permitieron obtener apoyos desde Italia, Portugal o Rumanía.

Por otro lado, parte del optimismo de los representantes del consorcio tenía que ver con el hecho de que la propuesta carecía de rivales en el ámbito de la “silver economy”. Esa tranquilidad se veía acompañada por la idea de que se podrían aprobar dos o más iniciativas de una misma región, una creencia que finalmente se ha demostrado errónea. Ni Zamora ni León han podido ver satisfechas sus expectativas ante la elección de la propuesta del ICE, que ha dejado a dos provincias muy castigadas por la despoblación sin un recurso más contra ese deterioro.

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