Dos nuevos comercios bajan la trapa en el casco viejo de Zamora. Hace justo una semana, este periódico publicaba un reportaje sobre el declive del casco antiguo de la capital tras el cierre de la tienda de Clara de la plaza de los Ciento. Tan solo unos días después, nuevos carteles de "Cierre" jalonan el paseo entre la Plaza Mayor y la Catedral.

Liquidación total en Antón Moda. EMILIO FRAILE

Es precisamente en pleno corazón de la ciudad, en la Plaza Mayor aunque ya ubicado oficialmente en la calle Ramos Carrión, donde un nuevo cartel de "Se alquila" corona una trapa bajada de un nuevo local vacío, donde se ubicaba la cadena de yogur helado Smöoy. Tras la campaña veraniega, la franquicia ha dejado su local frente a la iglesia de San Juan donde tenían instalada su terraza para comer un yogur helado a los pies del Románico.

Smöoy echa el cierre en Zamora. EMILIO FRAILE

Trescientos metros más adelante, en Rúa de los Notarios, Antón & Moda también luce grande vinilos de color rojo anunciando la liquidación total por cierre, programado para el próximo 31 de diciembre, con grandes descuentos en sus prendas. Ya en 2020, la empresa cerró la fábrica ubicada en la carretera de Cubillos.

Locales vacíos de Viriato a la Catedral

Solo en los últimos meses, una sucursal bancaria, un quiosco, y un negocio de hostelería se han unido a una lista de cierres interminable. Como publicábamos el pasado domingo, solo hay que darse un paseo por la zona para ver la estampa. “Por aquí pasan los turistas y siempre dicen: vaya centro más bonito tienen, pero qué abandonado”, comentaba esta comerciante.

Además de los problemas que pone Patrimonio para llevar a cabo cualquier cambio en el entorno, desde el Ayuntamiento de Zamora, el concejal de Hábitat Sostenible, Romualdo Fernández, ha aludido en varias ocasiones a otra problemática que afecta a la zona: “una propiedad muy concentrada en muy pocas manos”. “Ellos tienen los edificios, pero carecen de iniciativa de cara a vender o rehabilitar, a lo que hay que sumar la ausencia de demanda”, indicó el edil, en declaraciones a este medio en diciembre del año pasado.

En su programa electoral para las elecciones de 2019, Izquierda Unida incluía un epígrafe en el que mostraba su intención de modificar el Plan Especial del Casco Histórico “para facilitar la rehabilitación, construcción y la actividad comercial” y para promover “un espacio atractivo para vivir y para generar riqueza”. Sin embargo, esa intervención parece más que lejana. “Hay que reconocer que el Plan Especial impone unas normas sobre la construcción que fuera de esta zona no existen, pero tampoco creemos que este sea el principal problema”, deslizó en su momento Romualdo Fernández.

Lo cierto es que, mientras tanto, el casco antiguo en general, y la parte más cercana a la Catedral en particular, van perdiendo negocios y vecinos. Desde 2018, la zona ha visto cómo se esfumaban 138 habitantes.