La Federación de taxistas de Castilla y León acuerda una subida del 5,5% en el ámbito urbano y del 4,3% en el resto, frente al 1,67% del año anterior. Dicho aumento entrará en vigor en 2023.

El colectivo, que ha mantenido un intenso debate entre quienes planteaban subidas similares a las del IPC y entre los que optaban por tener en cuenta que el bolsillo de los ciudadanos cada día está más vacio, han encontrado el punto medio en las citadas cifras.

El precio de los combustibles y el encarecimiento de todo lo demás ha dejado sin más opciones al sector, aunque la última palabra la tendrán los ayuntamientos y la Junta, que deberán fijar cómo quedan las tablas con las que se cobran las carreras.

Los taxistas esperan revertir las pérdidas que arrastran durante el año y que han "obligado" a muchos trabajadores a compaginar el taxi con horas extras como conductores privados.