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Los forenses, claves para apuntalar los cargos contra Montoya en el caso Luelmo

La Guardia Civil cree que el principal acusado asesinó a la profesora, mientras la defensa asegura que antes habrá que desmontar su testimonio de inocencia

Los forenses, claves para apuntalar los cargos contra Montoya en el caso Luelmo

La Audiencia Provincial de Huelva celebra hoy la tercera sesión del juicio contra Bernardo Montoya por el asesinato y violación de la joven profesora zamorana Laura Luelmo, a la que presuntamente secuestró, agredió y mató en la localidad onubense de El Campillo, donde la docente de 26 años acababa de llegar destinada.

Por la mañana declaran seis médicos forenses -algunos de ellos, intervenieron en el levantamento del cadáver y otros en la autopsia- y por la tarde agentes de distintos grupos de la Guardia Civil, cuyos testimonios son claves para desmontar la presunción de inocencia de Montoya, declarada a viva voz desde que entrara al Palacio de Justicia hasta que, por boca de su abogado, finalizara la segunda sesión del juicio con jurado que se debe pronunciar sobre el caso.

Los agentes de la Benemérita tienen claro en apuntar a Montoya como autor de la violación y asesinato de Laura Luelmo, a la que habría vigilando desde su llegada a una casa vecina de la suya hasta que un día, al volver de la compra la abordó, la violó, mató y trasladó con su coche a un descampado donde la dejó semienterrada. Incluso llegó a confesarse autor del crimen ante los agentes, antes de desdecirse y adoptar la nueva versión, según la cual él es inocente del asesinato y violación, y sólo reconoce haber participado en el traslado del cuerpo, “por amor”.

Audiencia de Huelva.

“¡Soy inocente!”, decía el propio Montoya al entrar ayer en la Audiencia. Su abogado, Miguel Rivera, reiteró que su defendido “sostiene hasta la muerte” que “él no violó” a Laura Luelmo, toda vez que, explicó, mantiene su versión de la “impotencia” de Montoya y que así seguirá siendo “salvo que sea desbaratado y desmontado” este extremo.

Señaló que en su declaración de este lunes su defendido explicó “a qué hora estaba él en la calle y a la que vio a la chica”, haciendo hincapié en que es lo que “todos sabemos ya”, ha subrayado.

Por otra parte, sobre la acusación de asesinato que pesa sobre Bernardo Montoya, Rivera dijo que “de eso todavía no se ha hablado” pero que “se irá hablando”. Ante esto, cuestionado por la prensa si está prevista una nueva declaración del acusado, ha remarcado que Montoya declararía “cuando lo decida su señoría”.

No le consta tampoco que la exnovia de Montoya, señalada por éste como autora del crimen, vaya a declarar en este caso.

Declaración de 18 testigos durante la segunda jornada

Lasegunda sesión del juicio con jurado popular contra Bernardo Montoya, el hombre acusado de agredir sexualmente y asesinar en el mes de diciembre de 2018 a Laura Luelmo, concluía este martes en la Audiencia Provincial de Huelva con la declaración de 18 testigos, 17 de ellos guardias civiles y el otro el voluntario de la Cruz Roja que encontró las prendas de la víctima, fundamentales para lograr la localización del cuerpo a pocos metros del lugar.

El juicio se desarrolló con rapidez, ya que en la sesión de la mañana se consumieron todos los testimonios previstos también para la sesión vespertina. Las declaraciones de los 23 guardias civiles que han participado en los aspectos centrales de la investigación policial del caso pondrán al descubierto todo el operativo que se desarrolló desde que se tuvo noticia de la desaparición de Laura Luelmo hasta el hallazgo de su cuerpo y la detención del acusado del crimen, Bernardo Montoya.

Son estos datos los que pueden llevar a Montoya a una condena de prisión permanente revisable y 32 años de prisión, que son las penas que piden para él la Fiscalía y las acusaciones particulares. Según la versión de la Guardia Civil, el acusado maniató y amordazó a la profesora para que no gritara y terminó por asestarle varios golpes que resultarían fatales. Pese a que en una primera versión Montoya reconoce ser el autor del crimen, durante el juicio su estrategia de defensa se ha centrado en declararse inocente de los cargos por asesinato y violación, los que podrían implicar la mayor pena para él, aunque admite que ayudó a trasladar el cuerpo a la “verdadera” culpable, su exnovia.

Periodistas a la entrada de la Audiencia de Huelva. | Efe

Frente al derecho de publicidad, prima la intimidad de las víctimas, según el juez

El magistrado presidente del tribunal del jurado del juicio por el crimen de Laura Luelmo expone en un auto los motivos de la determinación para que las sesiones sean a puerta cerrada. De este modo, explica que se ha priorizado “el derecho de la víctima a no ver incrementados los padecimientos inherentes a la pérdida sufrida, con el daño moral derivado de la exposición pública de una serie de hechos que serán objeto de examen en el desarrollo del juicio”.

Antes del comienzo del juicio, todas las partes presentes, desde la Fiscalía, acusación popular, defensa y acusación particular, se sumaron a la petición de esta última e incluso el magistrado presidente consultó al jurado, que también se pronunció en ese sentido, aunque su decisión no era vinculante.

Así, en el auto el magistrado admite el “derecho de la publicidad de las actuaciones como garantía de transparencia y para fortalecer la confianza de los ciudadanos en los tribunales”. No obstante, en este supuesto concurre “un interés digno de protección” como es “la preservación de la intimidad y dignidad de las víctimas”.

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