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Ernesto EkaizerPeriodista, escritor y autor del libro “El rey al desnudo”

“Juan Carlos I se ha convertido en un acicate para los que quieren república”

“Felipe VI sabe que la Monarquía nunca va a ser lo mismo, pero la puede preservar en España con la condición de separarse de su “padre”

“Juan Carlos I se ha convertido en un acicate para los que quieren república”L. O. Z.

Las historias sobre el rey emérito, Juan Carlos I, han proliferado en los últimos años, tras la revelación de las supuestas actividades irregulares que el monarca ha ido llevando a cabo en el ejercicio de su cargo. El periodista Ernesto Ekaizer (1949) ha reunido algunos de esos episodios en su libro “El rey al desnudo”, una obra que el autor presenta mañana viernes, a partir de las 19.30 horas, en la Residencia Emperador Teodosio de Segovia. Sus informaciones sobre este y otros asuntos de relevancia también están disponibles para los lectores en las páginas y en las webs del grupo Prensa Ibérica, al que pertenece LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

–Antes de los escándalos que se han ido conociendo, la sociedad española veía a Juan Carlos I prácticamente como un padre para la nación. ¿Qué imagen cree que tiene ahora el emérito en la mente de los ciudadanos?

–En julio de 2018, se filtraron esas grabaciones que hizo el excomisario Villarejo de manera subrepticia, sin autorización de Corinna. Desde entonces, la cantidad de información que ha habido en este país probablemente equivale a la no información de todo su reinado. Es una persona a la que la prensa ha cuidado y protegido, pero los chicos que tienen ahora 18 o 20 años han recibido una cantidad de información que evidentemente cambia muchísimo la fisonomía del personaje. Se había cultivado a un hombre que, pese a haber sido nombrado por Franco, se veía como alguien simpático. De hecho, él es una persona con un gran don para las relaciones públicas, y te doy un ejemplo: el 3 de octubre de 2017, después del referéndum de Cataluña, yo no creo que Juan Carlos hubiera hecho el discurso que hizo Felipe VI. Primero, porque no necesitaba hacerlo; segundo, porque es un tío muy pragmático, tanto que hay sectores del PP que lo odian porque consideran que es muy PSOE; y, tercero, porque en lugar de echar leña al fuego con un discurso duro, creo que nunca habría dejado de considerar una puerta para el diálogo.

–¿En qué momento se tuerce la trayectoria del emérito para pasar a protagonizar, presuntamente, las actividades que se le achacan?

–En relación a sus actividades, tenemos que decir que son fraudulentas. Cuando tú presentas unas declaraciones complementarias y una regularización para evitar el delito penal, estás reconociendo que has cometido fraude. La mejor prueba de que ha sido así han sido las regularizaciones del orden de los cinco millones de euros acumulados entre las dos. Él ha intentado evitar el banquillo pagando y lo ha hecho con la ventaja de las tres notificaciones que había recibido. Ahora bien, desde el año 18, que se filtran las conversaciones de Corinna y Villarejo, todo el mundo sabe que tenía una cuenta en Suiza, que recibió 100 millones de dólares allí, que no los declaró a Hacienda y que había incurrido en un fraude fiscal. Hacienda también lo sabe, pero se ha caracterizado por mirar para otro lado. Con estas grabaciones, un fiscal de Suiza sí abre la investigación e imputa a varias personas. ¿La Agencia Tributaria no lo ve? No han querido, porque le dieron un trato de favor.

–¿Cree que la investigación tiene poco recorrido en España?

–Se va a cerrar. Aquí ha habido unas investigaciones durante año y medio a cargo del fiscal Juan Ignacio Campos, pero el día 5 de octubre hubo una reunión de la Fiscalía General del Estado, donde él no acudió por su situación médica. Allí se decidió que se va a archivar la causa, se lo comunicaron a la fiscal general del Estado y al día siguiente apareció en un periódico digital. Les faltó tiempo para avisar. ¿Por qué? Se filtró esto por interés, pero ha pasado ya un mes. Yo le he preguntado a Juan Ignacio Campos qué pasa con esto y me ha dicho que no se puede poner una fecha porque tienen una comisión rogatoria, han pedido unos datos de 2015 a Suiza y no les han contestado.

–¿Cabe la posibilidad de que el emérito regrese a España o es un escenario que ahora mismo no se contempla?

–Yo no lo sé. Lo que puedo hacer es razonar un poco. Yo creo que él estaba esperando la exoneración como agua de mayo, porque opino que quería, al menos transitoriamente, poner un pie en España. Él vive en Abu Dabi, en unas condiciones lujosísimas, protegido por el presidente de los Emiratos, con quien cultivó una relación cuando era rey. Yo creo que está allí por razones económicas; le va bien para sus intereses. Pienso que quería aprovechar las Navidades para venir, pero el fiscal me dice que no hay informe todavía y que no hay fecha porque no hay respuesta a una comisión rogatoria. Pueden presionar lo que quieran, a lo mejor piensan que puede venir antes de nochebuena. Más allá de eso, pienso que su deseo sería vivir en Portugal, porque hay un antecedente familiar, pero ya lo veremos.

–¿Hay otros asuntos pendientes aparte de la posible exoneración?

–Lo que es importante es el testamento, que es más relevante por la edad que tiene. De hecho, es crucial. Felipe VI ha renunciado, pero no sabemos muy bien a qué, si a las fundaciones estas que son manifiestamente algo feo, o a todo, pero ese testamento está pendiente y sería interesante saber cómo va a quedar. Las infantas viajan de manera frecuente a verle y ahí hay una asignatura que está pendiente. Luego hay otra, que es que él no ha sido imputado formalmente ni en España ni en Suiza pero, en el Reino Unido, Corinna ha presentado una demanda civil contra él por delitos de acoso por seguimiento ilegal de agentes del CNI en Londres y por difamación. Esa demanda civil es muy relevante y él se ha tenido que personar. Ha reclamado la inmunidad como exjefe del Estado y veremos a ver qué dice la Justicia, pero puede salir una información ingente sobre él que podría ayudarnos a completar la fisonomía de lo que ya hemos ido conociendo.

–En todo esto, ¿qué papel juega el rey actual?

–Felipe de Borbón figura como beneficiario número dos en la Fundación Lucum, creada en Suiza en el año 2008 para recibir los cien millones de dólares de Arabia Saudí. Felipe de Borbón aparece como cuarto beneficiario de la Fundación Zagatka, que es un nombre ruso que quiere decir enigma, y que fundó Álvaro de Orleans, primo remoto de Juan Carlos I. Digo yo: Juan Carlos I, cuando realiza el proceso de abdicación de emergencia, ¿no le dice a su hijo que hay un problema con la fundación? Eso es lo que sostiene Felipe VI. ¿Y su pariente lejano Álvaro de Orleans tampoco? Eso dice Felipe VI, que no sabe nada. Los abogados de Corinna le mandaron varias cartas a Felipe VI para advertirle de esto en 2019 y para pedirle que se sentara a negociar. Felipe le dio la carta a Juan Carlos I, que va a conversar, pero no llega a un acuerdo, y el rey actual acude a un notario para certificar que no sabía nada. Un año después es cuando nos lo cuenta a todos los españoles. ¿No sabía nada? Es dudoso.

–¿Cree que será capaz de desvincular su imagen de la de su padre para continuar con el reinado.

–Esta es una jugada parecida a la que se hizo en su día con Iñaki Urdangarín. Juan Carlos I construyó entonces un cordón sanitario para desentenderse totalmente de las actividades de su yerno. Ahora, creo que hay una repetición de la jugada y Felipe VI intenta construir también un cordón similar. Es una manera de limitar las salpicaduras. Juan Carlos I se ha convertido en un acicate para los que quieren la República, por la corrupción, y Felipe VI sabe que la Monarquía no volverá a ser lo mismo, pero se puede preservar en España a condición de separarse de Juan Carlos.

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