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Graciano PalomoPeriodista

“Los poderes fácticos del PSOE han hincado la rodilla ante Sánchez”

“Con un Vox en alza, que va a dar guerra, es difícil alcanzar las mayorías absolutas de las que disfrutaron Aznar y Rajoy”

“Los poderes fácticos del PSOE han hincado la rodilla ante Sánchez”José Luis Fernández

El periodista Graciano Palomo desgranó en su participación en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA sus dos últimos trabajos —“El manipulador de emociones” y “Los secretos de la derecha española”—, donde habla largo y tendido de la figura de Iván Redondo y de la transición en el poder del Partido Popular durante los últimos años, desde la moción de censura a Mariano Rajoy.

–¿Qué le cautivó de Iván Redondo para dedicar su último libro a su figura?

–Yo lo conocía de antes y me sorprendió cómo un gurú que había trabajado para Albiol , con una campaña ultra y casi xenófoba, se subía al carro de Pedro Sánchez. Luego descubrí que fue el gran urdidor de la moción de censura contra Rajoy y que está en los papeles de Bárcenas, ya que cobró 208.097 euros por un trabajo que no aparece en los archivos. También me sorprendió cómo logró, apartando a todos los poderes fácticos socialistas, constituirse en el epicentro del poder gubernamental en España, haciendo a Sánchez jefe de Estado bis y a él casi primer ministro. Entendí que había material más que suficiente para escribir un libro, sobre todo cuando estaba en el poder.

–¿Y ahora que ha caído?

–Aunque sigue en el candelabro, se ha convertido en un resentido, un apestado, pero ha sido la persona clave de todo lo que ha ocurrido en España en los últimos tres años, la persona clave que susurraba al oído del César.

–Tras toda esta investigación, ¿qué imagen le queda de él?

–Lo estoy descubriendo como una persona mentirosa, que vive en su propia realidad mágica, es decir, al margen de la realidad. Va diciendo que se fue, pero la verdad es que Sánchez lo echó, creo que porque se cansó de él porque, además de conocer sus cobros en los papeles de Bárcenas, algo que no le había dicho, se estaba transmitiendo la idea de que el propio presidente era un monigote en sus manos, que era quien realmente gobernaba. Además de que tenía mucho enemigo en Ferraz, como Ábalos y Carmen Calvo.

–Sin juzgar sus acciones, ¿le reconoce esa labor en la sombra de la política? ¿Se ha sabido mover en esa esfera?

–Sin duda ninguna. No es el genio que él se cree, pero no es ningún botarate. En sus declaraciones actuales está hablando el resentido, pero fue clave para la vuelta de Sánchez a la secretaría general del PSOE y súper clave para echar a Rajoy, a quien le tenía ganas porque no le había permitido trabajar con él en las elecciones generales del 2008 y 2011. Y es muy hábil en la utilización del radicalismo gubernamental contra el centro derecha moderado, es decir, el PP.

Isabel Díaz Ayuso se equivoca si sucumbe a los cantos de sirena en este momento de arrebatar el liderazgo nacional de Casado

–Su otro libro habla de los últimos años de la derecha en España. ¿En qué punto dejó al PP la moción de censura contra Rajoy?

–Lo dejó absolutamente deshecho, hasta el punto de que estuvo en un tris de desaparecer. La caída de Rajoy, con los presupuestos aprobados solo una semana antes, fue un desconcierto absoluto. La prueba es que los resultados de las siguientes elecciones, las de abril de 2019, fueron los peores de la historia del PP.

–¿Y cómo le afectó?

–Propició un cambio de generación completa en el partido con la llegada de Casado, a raíz del enfrentamiento mortal que había entre Dolores de Cospedal y Soraya Sáez de Santamaría. Eso permitió al equipo de Casado, con los algoritmos de García Ejea, ganar en el primer congreso que se celebraba con primarias en la historia del centro derecha español. Y lo que es más importante, permitió el cambio abrupto en el marchamo que llevaba España, con una reforma laboral en marcha y superando la crisis económica. De repente, llegó un gobierno de signo completamente distinto que, tras las elecciones de noviembre de 2020, se sustenta con la entrada de los populistas en el poder y los abrazos con los secesionistas catalanes y Bildu. No lo juzgo, pero el cambio fue abrupto.

Un momento de la presentación de los libros de Graciano Palomo en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA

–¿Ha sabido Casado encauzar al PP en este tiempo?

–Todas las encuestas, menos la del CIS de Tezanos, le dan que, una vez fagotizado Ciudadanos, puede formar gobierno con la derecha radical. Lo cierto es que también la radicalización del Gobierno en algunos aspectos, sobre todo el asunto territorial, está alimentando a Vox y con un Vox al alza, que va a dar mucha guerra, es difícil alcanzar las mayorías absolutas de las que disfrutaron Aznar y Rajoy. La experiencia nos está demostrando que en Andalucía, Castilla y León o Madrid se puede gobernar con Ciudadanos. Antes tenían todo el centro derecha y la derecha más extrema unidas, pero ahora hay un nuevo escenario, lo mismo que con la izquierda. El problema es que estamos en medio de una crisis brutal desde el punto de vista económico y sanitario y vamos a ver lo que lo españoles deciden dentro de dos años. Además, Sánchez tiene un olfato de poder muy importante, solo hay que ver cómo en el 40 Congreso del PSOE todos los poderes fácticos socialistas han hincado la rodilla.

–¿Considera a Vox entonces más que un apoyo para el PP, una piedra en el camino?

–Eso es así, aunque también está por ver si será posible que el PP y Ciudadanos sumen, pero este último está en una situación difícil, ya no es el partido que sacó 53 escaños de la época de Rivera. Ahora pueden reflotar un poco y tener representación parlamentaria, pero lo están pasando mal. Esa es otra de las claves, si es posible reeditar un gobierno nacional PP-Cuidadanos con el apoyo externo de Vox. Pero todo son conjeturas, porque el cambio político es muy fluido y al final quien decide es el millón y medio de votantes de centro, que en esta ocasión puede sentir la tentación de ir al voto útil, es decir, decantarse por el PP.

Aunque sigue en el candelabro, Iván Redondo se ha convertido en un resentido, pero ha sido la persona clave en todo lo que ha ocurrido en España en los últimos tres años

–Casado es el líder del Partido Popular pero, ¿qué opina de la figura de Isabel Díaz Ayuso? ¿Debería temer su creciente popularidad?

–Creo que la presidenta de Madrid está sobreactuada. Es cierto que en las elecciones autonómicas tuvo más votos que toda la izquierda junta, pero se equivoca si sucumbe a los cantos de sirena en este momento de arrebatar el liderazgo nacional de Casado. Entre otras cosas, porque fue él mismo quien se la jugó tanto por ella como por Almeida, cuando eran dos perfectos desconocidos. Casado personalmente, frente a muchas opiniones en contra de Génova 13, optó por ellos. La jugada le salió bien, si le hubiera salido mal, habría supuesto su caída. Otra cosa es que Casado, que tiene una gran oportunidad en las próximas elecciones, no superara la prueba de acceder a la presidencia. Sin duda, habría movimientos en el partido y en esa situación la mejor situada es Isabel Díaz Ayuso.

–La política interesa a muchos pero, ¿a qué tipo de lectores atraen sus libros?

–Estos dos últimos han alcanzado la cuarta edición. Básicamente, interesan a las clases medias ilustradas, es decir, a gente que lee los periódicos y sigue el devenir de los avatares políticos, económicos y sociales de España, aparte de la enorme cantidad de clase política que tenemos. El libro político como lo hago yo, tipo novelado pero con datos reales, atrae básicamente a profesionales liberales y gente interesada en el devenir político, siempre que se descubran cosas, porque yo hago libros de investigación. Obviamente, está resurgiendo el interés por los temas políticos.

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