La Escuela de Enfermería de Zamora es referente dentro del panorama universitario regional. Las instalaciones, recién estrenadas y próximas al Hospital Virgen de la Concha, juegan a favor de la Escuela, que se ha hecho si cabe más atractiva para los aspirantes a enfermeros. El hecho de que, año tras año, las plazas disponibles se acaben en tiempo récord da cuenta del buen nivel de la Escuela.

“Todos los centros tenemos la misión de formar enfermeros generalistas con la mejor preparación científica y humana, si bien, es cierto que, cada organización tiene sus peculiaridades. En nuestro caso, a efectos académicos estamos adscritos a la Universidad de Salamanca, por lo que tenemos el mismo Plan de Estudios que en otros centros de la USAL que conducen al mismo Título. Desde el punto de vista funcional, económico y administrativo, nuestra Escuela es un centro público que depende del Sacyl. Esta pertenencia conlleva la coexistencia de un número importante de profesores que trabajan en los Hospitales y Centros de Salud de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora y que, de forma colaborativa con el núcleo de profesores de la Escuela, forman a los futuros profesionales enfermeros de acuerdo al perfil que el sistema sanitario demanda”, explica, en declaraciones a este diario, María José Fermoso, directora de la Escuela de Enfermería de Zamora.

Aunque el número de estudiantes se mantiene en sesenta personas por curso académico, los responsables del centro observan que el número de preinscripciones ha ido en aumento en los últimos años, muestra del interés y del prestigio creciente de la escuela. La nota de corte ha ido también al alza. La cifra de estudiantes está adaptada a la capacidad formativa de los centros en los que los alumnos realizan las prácticas clínicas. Se ha incrementado el número de estudiantes de otras regiones y el porcentaje de mujeres es superior al de hombres.

La Escuela de Enfermería de Zamora juega también su papel a la hora de posicionar a Zamora como destino de estudios. “Zamora es una ciudad segura, el coste de la vida es asequible, con un patrimonio histórico espectacular, se puede vivir a pie y disfrutar de sus agradables paseos con numerosas instalaciones deportivas, sin olvidar la agenda cultural. Ofrece un campus muy apropiado para el estudio con amplias instalaciones y zona verde. Los estudiantes tienen acceso a todos los servicios que facilita la Universidad de Salamanca, entre los que están la Biblioteca o el Centro Deportivo”, apunta de nuevo la directora de la Escuela de Enfermería.

La Escuela de Enfermería cuenta con importantes puntos fuertes a tener en cuenta para los alumnos que quieran encaminar su vida laboral a la Enfermería. El hecho de pertenecer al Sacyl y ser un centro adscrito a la Universidad de Salamanca son las principales fortalezas del centro.”La formación que se imparte tiene una clara identidad enfermera impulsada desde la propia Dirección y los coordinadores de las diferentes áreas de conocimiento, sin olvidar la perspectiva de equipo multidisciplinar. Es destacable la atención individualizada que ofrecen a nuestros estudiantes tanto los profesores como el personal de administración y servicios”, asegura Fermoso.

Respecto a la planificación académica, existe un número elevado de actividades de grupo reducido, entre ellas los laboratorios de simulación. “Este curso hemos puesto en marcha un aula de simulación avanzada gracias a la dotación de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora. La simulación clínica se ha integrado como una valiosa metodología de aprendizaje complementario centrada en el estudiante”, apuntan desde la Escuela. Desde el primer curso, los estudiantes realizan prácticas clínicas tuteladas por enfermeros asistenciales. Existe una adecuada interconexión entre los profesores de la Escuela encargados del seguimiento y los tutores asistenciales que permite integrar la teoría y la práctica de forma armónica.

Como en todos los centros, el COVID ha supuesto un desafío para los responsables del centro, que han logrado mantener un entorno seguro en un año complicado. El curso se ha desarrollado según el modelo de presencialidad segura por el que la Universidad de Salamanca ha apostado y de acuerdo a las indicaciones de salud pública, atendiendo a las disposiciones relativas de ocupación, distanciamiento interpersonal, ventilación, higiene y otras medidas preventivas. Es el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora quien, con extremado rigor, lleva a cabo el protocolo de prevención, vigilancia y control de COVID-19.

“Hemos trabajado de forma presencial con grupos reducidos en laboratorios de simulación, tutorías o seminarios. Además, hemos combinado clases presenciales y docencia virtual síncrona interactiva, con estudiantado presencial y virtual al mismo tiempo, es decir, una didáctica híbrida síncrona”, asegura Fermoso. La planificación del próximo curso ya ha comenzado. “Consideramos que, en nuestro caso, es una disciplina clínica que necesita el conocimiento teórico junto con el desarrollo de competencias transversales que son esenciales para una enfermera, entre otras, las habilidades interpersonales, compromiso ético, liderazgo, comunicación o razonamiento clínico. Para su desarrollo es necesario mantener el contacto con los estudiantes”, apunta la directora.