El entorno de la muralla de la avenida de la Feria cambiará totalmente su aspecto en un horizonte a corto plazo. El proyecto es ambicioso. La idea que maneja el Ayuntamiento de Zamora es concluir toda la liberación de la fortificación entre la cuesta de San Bartolomé y la cuesta del Mercadillo, ganar dos carriles a la travesía de la N-122, urbanizar todo el entorno, desplazar los árboles que tapan la visión del monumento y rebajar la altura de San Martín de Abajo para que todo el espacio tenga continuidad. Un auténtico lavado de cara cuyo precio ascenderá a cerca de diez millones de euros.
Francisco Guarido y María Eugenia Cabezas han sido los encargados de presentar el anteproyecto de urbanización y ajardinamiento que el Ayuntamiento de Zamora quiere ejecutar entre este mandato y el siguiente. Una iniciativa que se remonta hasta el año 2001, por lo que no debería suponer ningún problema llevarla a cabo a la siguiente Corporación, sea cual sea, al tratarse de un proyecto de ciudad.
La obra se ejecutará en tres fases diferenciadas. La primera, que debería acometerse entre este año y el próximo, consistiría en la liberación de toda la muralla entre el edificio de Feria 11 y la bajada de San Martín, para posteriormente proceder a la urbanización y ajardinamiento del espacio.
La segunda de las fases iría desde el inicio del parque de San Martín hasta la cuesta del Mercadillo y debería ejecutarse también entre este año y el próximo. Allí habrá que expropiar dos propiedades, uno a cada lado de la cuesta del Mercadillo, así como un edificio de Iberdrola. Después, sería el turno para la reubicación de los árboles que tapan la visión de la muralla e, igualmente, la urbanización y ajardinamiento del espacio.
En esta zona, además, habría que igualar el paseo entre la parte de la Feria y la del parque de San Martín, que se realizaría a través de un retranqueo del terreno, echando hacia atrás las escaleras que ahora desembocan en un paso de peatones que cruza hacia la ermita de Los Remedios.
La tercera y última fase, la que se deja para el siguiente mandato, consistiría en firmar un convenio con el Ministerio de Fomento para la eliminación de dos de los cuatro carriles de la avenida de la Feria, los más próximos a la muralla, con el objetivo de ganárselos al espacio de uso público que se pretende construir.
