Más de 180 municipios de Zamora conviven con las medidas restrictivas propias del máximo nivel de alerta cuando, según todos los indicadores, estarían en condiciones de entrar en la nueva normalidad. Son las consecuencias de establecer una desescalada por provincias cuando la mayoría de los pueblos de la provincia de Zamora son pequeños municipios, con poca población y, por tanto, con poco peso relativo a la hora de calcular los niveles de incidencia. Sin embargo, al no estar restringidos los desplazamientos (como en la primera fase de la anterior desescalada, cuando se tomaron referencias por zonas básicas de salud), la provincia se toma como una única unidad.

Puebla, Alcañices, Tábara o Villalpando han superado el pico de la segunda ola

Entre los principales municipios afectados por esta cuestión están Puebla de Sanabria, Alcañices, Tábara, Villalpando, Coreses, Sanzoles (que experimentó lo más complicado de la pandemia hace semanas) o Peñausende, municipios relevantes dentro del panorama provincial que ven como sus vecinos aceptan las restricciones del nivel de alerta 4 y como sus negocios resisten con más impedimentos.

En la provincia de Zamora los peores datos de incidencia se registran en los municipios de mayor tamaño, lo que explica una tasa de 246 casos por cada 100.000 habitantes a nivel provincial en los últimos catorce días. En Zamora la incidencia supera las trescientas personas, en Benavente ronda las 200, misma cifra que en Toro, mientras que en Morales del Vino supera los 400 casos por cada 100.000 habitantes según los datos de la Consejería de Sanidad. Otros municipios como Bermillo de Sayago, Moraleja del Vino o Camarzana de Tera presentan también tasas de incidencias elevadas.

La situación afecta a prácticamente todos los ámbitos de la vida social y económica de las localidades, pero es especialmente sensible en el ámbito de la hostelería. En ningún bar de la provincia puede hoy consumirse en barra ni de pie, no se puede superar el 33% del aforo y las terrazas tienen una capacidad reducida. De aplicarse los baremos a nivel municipal el consumo se podría realizar de pie o en la barra con un aforo máximo del 75% y una ocupación máxima por mesa de 25 personas. Ahora el tope es de seis, idéntico al de las reuniones en el ámbito privado, que podrían ser más amplias.

La situación no es exclusiva de Zamora. En todas las provincias de Castilla y León los niveles de incidencia aparecen lastrados por el elevado peso porcentual de las grandes ciudades. Los pueblos, libres de COVID en una proporción muy elevada, tienen que adaptarse al ritmo de las capitales y de los principales núcleos urbanos.

LA POLICÍA DETECTA UN AUMENTO DE LA MOVILIDAD NOCTURNA

La Subdelegación del Gobierno de Zamora valora de forma “muy positiva” el grado de cumplimiento de las restricciones que realiza la sociedad zamorana. Así lo ha asegurado el representante del Gobierno de España en Zamora, Ángel Blanco, que ha querido puntualizar “la resistencia y fortaleza” de la sociedad. Con todo, Blanco ha recordado que “hay que restringir la movilidad y los contactos sociales. Debemos mantener la guardia alta a pesar del horizonte de esperanza que nos dan las vacunas e insistir en que, si no es necesario salir, hay que quedarse en casa”.

La Guardia Civil controla a más de mil vehículos que salían de la comunidad

Durante los últimos días la Policía Nacional y la Guardia Civil han controlado a más de mil vehículos que pretendían salir de la comunidad para comprobar que cumplían los requisitos exigidos para ello. Se ha identificado a 1.350 personas y el índice de denuncias es “anecdótico”, según ha reconocido Blanco. Los controles de cuarentenas han arrojado unos satisfactorios resultados del cien por cien. En los últimos días se han llevado a cabo más de un centenar de controles a personas enfermas.

Lo que sí ha repuntado ha sido el incumplimiento de las restricciones de movilidad nocturna, aunque de una forma “asumible”, a juicio de Ángel Blanco. Con respecto a las concentraciones de personas, la Subdelegación del Gobierno ha querido también “agradecer y valorar de forma muy positiva el comportamiento de los convocantes y de los participantes, que cumplen con las medidas de distanciamiento social y control de asistencia.

EL ÍNDICE SEMANAL CAE POR DEBAJO DE LOS NOVENTA CASOS POR PRIMERA VEZ EN VARIOS MESES

El COVID confirma su remisión en la provincia de Zamora. Los datos comunicados en la jornada de ayer por la Junta de Castilla y León confirman que la cifra de contagios va a la baja. En la jornada del domingo “solo” se detectaron ocho nuevas infecciones de coronavirus, muy pocas si se comparan los datos con los registrados hace semanas, cuando se superan ampliamente los cien casos durante varias jornadas consecutivas. Así las cosas, la cifra de infectados se queda en 8.530 desde mediados de marzo.

Aumenta levemente la cifra de fallecimientos, en una persona. Son ya 306 los zamoranos que han perdido la vida en las camas del Complejo Asistencial. Hay 25 brotes en activo y 459 casos asociados a esos brotes, siempre según los datos de la Consejería.

La positividad de las pruebas COVID, a la baja

Con estas estadísticas Zamora mejora sus niveles de incidencia y avanza hacia un posible cambio de fase en las próximas jornadas. La incidencia semanal es de menos de 90 personas por cada cien mil habitantes, una cifra que mejora los registros de los últimos dos meses. La positividad de las pruebas de coronavirus disminuye, lo que es un buen dato para la Junta, mientras que el porcentaje de casos con trazabilidad —aquellos en los que el origen puede dictaminarse con exactitud— roza el noventa por ciento. Peores son los datos de ocupación de camas en el Complejo Asistencial y, sobre todo, los de la UCI, que vivió jornadas complicadas hace dos semanas y donde costará que el nivel de ocupación vuelva a la normalidad, pues se trata de ingresos muy largos.

Por lo demás, Zamora ha logrado contener el índice de contagio del coronavirus. Cada infectado “traslada” el virus a menos de una persona —0,65, concretamente—, lo que indica que la evolución es positiva porque el coronavirus cada vez tiene más dificultades para encontrar nuevos huéspedes. Zamora llega a las semanas antes de la Navidad, por tanto, con unos indicadores todavía muy elevados pero con una evolución positiva. No obstante, las autoridades llaman a “no bajar la guardia” para evitar un nuevo repunte antes de las fechas navideñas, que obligaría a aprobar medidas más restrictivas.