Una zamorana triunfa en el Concurso Internacional de Perfumería

La pimienta era el ingrediente principal que debía llevar el perfume elaborado por los participantes de la tercera edición del Concurso Internacional de Perfumería, que se celebra en Teià (Barcelona). La zamorana Paloma Martín Oviedo se atrevió con "algo diferente y original, porque en el mercado hay muchos perfumes con especias pero suelen ser más masculinos. Quería crear algo unisex o sin género y lo mezclé con notas de rosa, que es más femenino, consiguiendo así algo ambiguo", explica.

La arriesgada mezcla, bautizada como "À la folie" -expresión francesa que se significa "con locura" y que sostiene que define un poco su forma de ver la vida- conquistó tanto entre el jurado especializado como entre el público, quedando en ambas categorías en segunda posición. "Se hizo una mención especial para mí por esos dos segundos puestos, algo complicado de conseguir con unos olores que no son muy comerciales", agradece Martín.

El mundo del perfume se cruzó en su camino cuando estaba realizando su Erasmus en Burdeos (Francia). "Cuando comencé la carrera de Química en Salamanca no tenía ni idea de que existía esta profesión de perfumista y allí me hablaron de un máster que se podía realizar en París o Montpellier". Fue en esta segunda ciudad donde la aceptaron y encontró ahí su verdadera vocación. "Me gusta porque es la parte de la química un poco más artística, deja espacio para la imaginación y la creatividad", valora la zamorana.

Personalmente, entre sus aromas favoritos están los especiados, como el que creó para el concurso. "Le añadí un fondo de sándalo, una madera húmeda y cremosa, muy agradable. También llevaba notas ambaradas, que están muy de moda", detalla. Sobre las fragancias que se llevan esta temporada, destaca la rosa en los femeninos, "aunque con un toque moderno", y la vuelta a los perfumes clásicos para hombres, pero también "dándole una vuelta de tuerca".

Tras finalizar sus estudios, comenzó su carrera profesional en Barcelona, en una pequeña empresa, Destilerías Del Montseny, absorbida tiempo después por la multinacional CPL Aromas, donde lleva tres años como perfumista junior. "Allí desarrollo por un lado la labor de perfumista de creación y, por otro, de analista, estudiando algún perfume del mercado para identificar las moléculas que lo componen y en qué porcentaje están, para así poder sacar la fórmula aproximada", explica. Se siente afortunada por poder desarrollarse en estos dos ámbitos, pero reconoce que prefiere el primero por su carácter creativo, "aunque el análisis te permite conocer mucho el mercado y te da ideas para hacer las creaciones", indica.